Bastante debe tener con la gestión de Kosmos Global Holding, los streamings en Twitch, los torneos de Kings League, Queens League y las tensiones continuas con Shakira. Gerard Piqué --al igual que muchas otras celebridades del fútbol-- no ha querido añadir un dolor de cabeza más a una mochila de polémicas, ya de por sí, muy pesada. Es por ello que, al igual que muchas otras celebridades del mundo del fútbol, sigue sin pronunciarse sobre el polémico beso de Luis Rubiales a Jenni Hermoso en las celebraciones del Mundial femenino. Tampoco lo ha hecho en los días posteriores, con toda la controversia que ha derivado en una crisis todavía vigente.
Resulta lógico que Piqué no haya publicado esta vez ningún mensaje en redes sociales, como sí han hecho otros excompañeros suyos en el Barça o la selección española. Véanse las reacciones de Casillas, Puyol, Isco o Borja Iglesias, además de otros deportistas de la élite como Pau Gasol o Carlos Alcaraz. Piqué, en cambio, se ha mantenido en silencio. Porque le conviene que no le sigan mirando de reojo.
Piqué, Rubi y el escándalo de Arabia
Son muchos los que esperaban una declaración suya sobre la situación actual de Luis Rubiales. Cabe recordar que, hace apenas un año, un sonado escándalo sacó a la luz los negocios y conversaciones privadas entre ambos. El trasfondo fue su gestión en la concesión de la Supercopa de España a Arabia Saudí a través de Kosmos, la empresa que preside Piqué y que intermedió con el gobierno saudí.
Tras filtrarse unos audios que revelaban la complicidad entre Rubiales y el exjugador blaugrana, se dio a entender que ambos habían cobrado millonarias comisiones por la concesión. Rubi --como le llamaba amistosamente Piqué-- siempre sostuvo que las ganancias fueron para la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) en beneficio del balompié español, mientras que el futbolista dejó claro que Kosmos nunca cobró ningún dinero de la Federación, sino directamente de Arabia. Algo que, en cualquier caso, todavía se sigue investigando.
Comisiones para Piqué y la RFEF
El asunto generó controversia por la posibilidad de que Piqué incurriera en un claro conflicto de intereses, al negociar el traslado de un torneo que por aquel entonces él seguía jugando con el FC Barcelona. Sea como sea, la cuestión es que los dos protagonistas se aliaron para llevar la Supercopa a Arabia y, a cambio, pactaron una comisión millonaria. El contrato que la Federación firmó con Sela, compañía pública del país asiático, garantizó 24 millones de euros --cuatro por cada uno de los seis ejercicios firmados-- a la multinacional que dirige el exfutbolista.
La Federación, paralelamente, habría firmado una retribución de 40 millones de euros por cada edición del torneo en el país extranjero. "Enhorabuena. Y no me refiero ni al partidazo de ayer ni a tu gol. Me refiero a que ya son más de las 12 y por lo tanto ya es firme el acuerdo con Arabia Saudí. Un abrazo, gracias por todo y aquí estoy para lo que necesites", llegó a felicitar Rubiales a Piqué en uno de los audios, dejando patente la amistad y el buen rollo entre ambos.
Silencio antes que traición
Durante los días posteriores al polémico beso a Jenni Hermoso, el ya expresidente de la RFEF aseguró que había recibido muchos mensajes de apoyo pese a estar en el ojo del huracán. ¿Habrá sido de Piqué uno de esos mensajes? Seguramente no lo sepamos nunca. Lo que está claro es que el exjugador azulgrana prefiere refugiarse por ahora en el silencio --aunque algunos le critiquen por ello-- que volver a situarse en el foco mediático. Y traicionar, con ello, a alguien que parecía ser un amigo.