Deco ya tiene lo que quería: ser director deportivo del FC Barcelona. Un regalo de Joan Laporta que puede envenenarse si el ejecutivo no es capaz de dar la talla en la toma de decisiones. Con el mercado de fichajes habiendo cerrado ya sus puertas desde hace unos días, son varios los frentes que siguen abiertos en el Barça, al menos en lo que se refiere a la planificación deportiva de cara a los próximos años.
El ejecutivo portugués necesitará recompensar la confianza del presidente y estar a la altura de Mateu Alemany, que fue capaz de generar 222 millones de euros en traspasos --lo mismo que pagó el PSG por Neymar Jr-- y reducir la masa salarial deportiva del primer equipo en 162 millones de euros.
Necesidad de generar Fair Play
Precisamente esa será una de las tareas más exigentes y de mayor responsabilidad para Deco. Con la ayuda de Laporta y el resto de directivos, deberá tener mano izquierda en el contacto con los pesos pesados de la plantilla. Principalmente, cuando se trate de dar malas noticias. Las urgencias económicas del Barça, la masa salarial disparada y la necesidad de aportar más margen al Fair Play financiero llevarán al director deportivo a impulsar algunas renovaciones a la baja.
De momento ya lo ha conseguido con Ter Stegen, renovado hasta 2028 --tenía contrato hasta 2026-- con un diferimiento salarial que ayudará a oxigenar las cuentas. Se buscará lo mismo con otro de los nuevos capitanes del Barça: Frenkie de Jong. Una de las misiones del director deportivo será rehacer puentes con los agentes del holandés. Desde el club saben que tendrán que trabajar con discreción en las próximas semanas y meses para poder llevar a buen puerto sus planes de ampliarle el contrato, y de paso diluir también su sueldo.
Cerrar la llegada de Vitor Roque
Esta voluntad de continuar rebajando masa salarial tiene, además del objetivo de cumplir con las premisas económicas de la Liga, facilitar la llegada de Vitor Roque en el mercado de invierno. Su incorporación ya está apalabrada con el Athletico Paranaense, pero falta generar el Fair Play suficiente para inscribirle en la competición de Liga. Si todo marcha según lo previsto, el joven delantero brasileño se convertirá en el jugador número 20 de la plantilla, la más corta de los últimos años en Can Barça. Sin contar a Fermín López ni Lamine Yamal --con ficha de categorías inferiores--, actualmente son 19 los futbolistas inscritos en el primer equipo.
Dos prioridades en el mercado
De cara a los próximos meses, Deco deberá trabajar junto al resto de ejecutivos en la parcela deportiva para ampliarla. Además de cerrar definitivamente la llegada de Vitor Roque en enero, se buscará también a un relevo para el único jugador de campo que a día de hoy no tiene sustituto: Oriol Romeu. Un pivote defensivo que, aunque sea low-cost, pueda ayudar al equipo de Xavi en la fase decisiva de la temporada.
De cara a los próximos cursos, harán falta otro tipo de implementaciones: por un lado, dar con la tecla a la hora de incorporar a un efectivo de futuro en el lateral derecho. Joao Cancelo de momento está cedido en el Barça por una campaña, y habrá que ver si el FC Barcelona consigue cerrar su fichaje a final de curso con el Manchester City. De lo contrario, habrá que encontrar nuevas alternativas.
En busca de más talento joven
Por último, será necesario planificar con tiempo la llegada de más jóvenes talentos con proyección. En los últimos meses han aterrizado diamantes en bruto como Mika Faye o Noah Darvich, que si logran progresar en el filial podrían tener cabida en el primer equipo. Naturalmente, esto último dependerá de muchos factores, algunos de los cuáles ni siquiera tendrán que ver con el rendimiento de los jugadores. Deco deberá generar oportunidades y ecosistemas propicios para el bienestar de la plantilla. Y para que el proyecto de Xavi, con el tiempo, siga dando sus frutos.