Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, prometió transparencia cuando ganó las elecciones del 7 de marzo de 2021. Su mandato, sin embargo, tiene muchos puntos oscuros. Muchos misterios. El máximo dirigente no ha informado de las comisiones que, por ejemplo, han cobrado los intermediarios en el acuerdo con Spotify o en los fichajes más importantes. Con una economía de guerra, la actual junta directiva todavía no ha presentado los números con los que cerró el pasado ejercicio ni ha proyectado una fecha para explicarlos.
La anterior junta directiva, presidida por Josep Maria Bartomeu, solía presentar el estado de las cuentas en julio. En una convocatoria ante los medios de comunicación. En la misma se informaba del balance de la temporada anterior, debidamente cetificado, y se anunciaba el presupuesto del siguiente ejercicio.
La precaria situación económica que atraviesa el club se ha agravado con Laporta, que ha vendido activos para cuadrar las cuentas. El pasado ejercicio fue certificado por Grant Thorton, un auditor inédito en el Barça, que cerró su informe con muchas salvedades.
El acuerdo con Spotify
El Barça, por ejemplo, no informó de las cifras del acuerdo de patrocinio con Spotify, vigente durante cuatro temporadas. Ni se notificó las cantidades fijas ni las variables. En la asamblea de compromisarios de 2022, no obstante, se aprobó un presupuesto que contemplaba unos ingresos totales de 1.255 millones de euros.
Spotify, según algunas fuentes, podría abonar unos 70 millones de euros anuales al Barça por lucir su nombre en las camisetas de los equipos de fútbol masculino y femenino, y por poner el nombre comercial al Camp Nou mientras duran las obras de reforma.
Limak Construction
Hace un año, el Barça activó cuatro palancas para poder fichar a Lewandowski, Kessié, Christensen, Raphinha, Koundé, Bellerín y Marcos Alonso, y evitar unas pérdidas de 200 millones de euros de la gestión ordinaria.
La temporada pasada, el Barça anunció el acuerdo con Limak Construction para la reforma integral del Camp Nou por valor de 960 millones de euros. Eduard Romeu, vicepresidente económico, asumió que el coste total de la obra, intereses incluidos, ascenderá a 2.820 millones, tras el acuerdo del club con Goldman Sachs.
La deuda del club
Laporta, asimismo, anunció que el Barça tenía una deuda de 1.300 millones de euros a finales de 2021. Un año después aseguró que oscilaba los 1.200 millones y, desde entonces, optó por políticas económicas cortoplacistas. En los últimos meses, el club ha recortado gastos para reducir su masa salarial en casi 200 millones de euros.
La política económica de Laporta ha estado marcada por varias dimisiones. La primera baja sonada fue la de Jaume Giró, que apoyó al actual presidente del Barça en la campaña electoral pero no llegó a tomar posesión como directivo por discrepancias con su modelo.
La renuncia de Reverter
Mucho más controvertida fue la renuncia de Ferran Reverter, el CEO del club, por discrepancias con el modelo presidencialista de Laporta. Desde entonces, el máximo dirigente asumió todo el mando en la parcela económica, con la complicidad del vicepresidente económico, Eduard Romeu.