El primer día siempre hay nervios, se producen fallos inesperados y sirve de aprendizaje. Y la de este martes 8 de agosto, en el Estadi Olímpic Lluís Companys, era la primera prueba de fuego para el dispositivo de movilidad y seguridad del FC Barcelona en Montjuïc. Un dispositivo que aprobó el examen en términos generales, aunque deberá pulirse de cara a los próximos partidos del equipo.
El problema de la visibilidad reducida
Principalmente, por la lentitud de los accesos a la hora de llenar el estadio. A falta de diez minutos para que el balón echase a rodar entre Barça y Tottenham, aún faltaba más de un tercio de las localidades por llenarse. Nada que no ocurra habitualmente en el Camp Nou, aunque en el Estadi siempre se producía el 'milagro' poco antes de sonar el pitido inicial. Esa población instantánea se hizo de rogar algo más en el Olímpic, y se produjo a medias. Al final, tan sólo 35.224 espectadores.
Especialmente en las localidades más cercanas al césped, de visibilidad reducida. Una primera prueba que dejó claro que, de cara a esta nueva temporada 2023-24, será complicado que el estadio se llene por completo.
Cortes de tráfico y lentitud
Tres horas antes de que empezase el encuentro, se dieron cortes de tráfico en el acceso por carretera a Montjuïc. Los vehículos privados que no tuvieran acreditación especial se quedaron fuera, no así como las motocicletas, taxis y bicicletas. Para restringir las llegadas masivas de aficionados, entre 80 y 90 agentes de la Guardia Urbana controlaron la circulación y aconsejaron a los usuarios de las vías.
La Guardia Urbana ya había recomendado ir hasta el estadio en bicicleta, bus, funicular o bien mediante las lanzaderas habilitadas por el club y el Ayuntamiento. Los asistentes que escogieron ir en transporte público pudieron llegar mediante las líneas de bus 13, 55, 125 y 150; o bien cogieron el funicular de Montjuïc desde Paral·lel; o usaron los autobuses lanzadera que conectaban el estadio con la Plaça d'Espanya y el recinto Gran Via de Fira de Barcelona, en L'Hospitalet de Llobregat.
Gran ambiente en las gradas
Independientemente del desorden que se respiró a falta de pocos minutos para que empezase el partido, puede decirse en líneas generales que el acceso de la afición se produjo sin incidentes en el Estadi Lluís Companys. Una nueva casa, la del Olímpic, que presentó un buen ambiente en las gradas. La animación y los actos del club durante los prolegómenos del choque contribuyeron a ello. De cara a las semanas próximas, sin embargo, deberán agilizarse todas las vías de acceso.