El Camp Nou tiene, hoy, un aspecto desolador. Con montañas de arena en la explanada de Tribuna, con las grúas y las máquinas arrancando hormigón, con la mayoría de los asientos arrancados, sin césped, con una parte de la tercera grada destrozada y sin las primeras filas de la zona baja. Los destrozos explican la transformación que sufrirá el estadio en los próximos meses.

Joan Laporta, presidente del Barça, delegó en Elena Fort, vicepresidenta institucional, la explicación de la reforma del Camp Nou. Y Fort remarcó que el futuro estadio tendrá dos anillos de palcos y una tercera grada completamente nueva y simétrica.

El futuro Camp Nou será muy distinto al que Nikken Sekkei había proyectado inicialmente, durante la presidencia de Josep Maria Bartomeu. El primer proyecto igualaba la tercera grada y derribaba la primera, con muy poca pendiente y mala visibilidad.

El plan de Bartomeu

La primera reforma comportaba la pérdida de unas 12.000 localidades en la zona baja del estadio. Bartomeu priorizó una visibilidad mejor de estos asientos, y asumía la necesidad de tener que recolocar a muchos socios.

Imagen aérea de las obras del Camp Nou y el resto del Espai Barça CULEMANIA

Laporta, en cambio, aseguró que mantendría la estructura de la primera grada. “Solo habrá pequeños cambios en los accesos”, puntualizó Fort en una comparecencia pública.

Las primeras filas

El presidente del Barça priorizó los cambios en la zona alta del Camp Nou. “La más deteriorada del estadio”, argumentó Laporta. El máximo dirigente silenció que el nuevo estadio tendrá más altura y que las gradas de la zona alta estarán más alejadas del césped que actualmente.

Imagen virtual del nuevo Camp Nou FCB

El comienzo de las obras de demolición del Camp Nou, una vez finalizada la Liga, constata, sin embargo, que la primera grada sí sufrirá algunos cambios. “Las primeras filas del estadio han sido derribadas”, explica una fuente del club. Son las localidades con peor visibilidad, con menos perspectiva. Pero las nuevas no mejorarán el gran problema de estos asientos.

La nueva grada

El Barça, que todavía no tiene los permisos correspondientes para levantar la nueva grada, espera culminar su último trámite burocrático en breve. La transformación del Camp Nou es la más ambiciosa, con la reforma de 1982, de sus 65 años de historia y costará 960 millones de euros.

El futuro Camp Nou tendrá una capacidad máxima para 105.000 localidades, todas cubiertas. Y el club espera que el primer equipo de fútbol pueda regresar a su casa en noviembre de 2024, con motivo del 125 aniversario de la fundación del Barça. Luego tocará convivir durante dos años más con las obras y con un aforo reducido.

 

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