La mudanza a Montjuïc es uno de los asuntos más delicados que debe afrontar el FC Barcelona. No solo por desprenderse de un fortín tan importante como lo es el Camp Nou, sino también en el apartado financiero. La menor capacidad del Estadio Lluis Companys Olympic implica que se van a generar pérdidas para el club azulgrana, por lo que se deben activar otros mecanismos de cara a compensar esa situación. Entre las posibilidades que estudia la directiva de Joan Laporta se encuentra la venta parcial de BLM.
Barça Licensing & Merchandising (BLM) es considerada como una de las principales joyas dentro de la entidad culé. Dicho sector es el que se encarga de todo el negocio del retail vinculado a la comercialización de camisetas y productos de marketing, además de las diferentes tiendas oficiales del club. Se trata de un activo fundamental en la generación de ingresos, por lo que diferentes inversores han tratado de aliarse con la dirigencia azulgrana, siendo una posibilidad que podría darse en la siguiente temporada.
El plan con BLM
Fuentes cercanas al club indicaron a Culemanía que dentro de la junta directiva se está estudiando la posibilidad de vender un porcentaje de BLM en la próxima temporada. Es un escenario que crece con el pasar de los días, teniendo en cuenta la dificultad que va a existir en la 2023-24 con respecto a los ingresos. Por ahora no existe un concenso bastante definido dentro de la cúpula del FC Barcelona, lo que implica que no hay prisas en tomar una decisión en este mismo verano.
Una parte de la directiva considera necesario seguir aumentando el valor del negocio retail para así conseguir una oferta mucho más elevada en el futuro. Hay que recordar que Eduard Romeu, vicepresidente del área económica del Barça, reconoció a mediados del año pasado en una entrevista en RAC1 que "no nos gusta la oferta que tenemos sobre la mesa por el 49,9% del BLM, que sería 275 millones de euros". La posibilidad de vender dicho activo siempre ha estado sobre la mesa, aunque el objetivo es que sea con una propuesta acorde a su valoración en el mercado.
Hasta ahora, el FC Barcelona ha trazado de una hoja de ruta bastante clara para aumentar los ingresos y el valor de BLM. A lo largo del último año se abrieron más tiendas oficiales del Barça con el objetivo de incrementar la facturación de los productos y merchadising. Durante la 2021-22 se esperaban unas ganancias en torno a los 55 millones de euros por la recuperación del turismo en la ciudad, mientras que fuentes consultadas por Culemanía han indicado que en el actual curso se ha aumentado un 20% de esos ingresos con respecto a la temporada anterior, lo que se traduce a unos 66 kilos.
La preocupación con Montjuïc
La mudanza al estadio de Montjuïc hace temblar a las arcas del Barça, debido a que las estimaciones no son las más alentadoras. Inicialmente estaba previsto que el traslado representaría unas pérdidas de 93 millones de euros. Hace un mes en la directiva expresaron que lograron reducir la merma de ingresos en 38 millones, lo que significan 55 millones. Sin embargo, los costes actuales de los abonos implican que el ticketing del estadio será inferior al planteado hace algunas semanas. Una decisión que provoca que las pérdidas puedan volver a ubicarse en un aproximado a la primera cifra planteada, siendo un golpe para las cuentas del club.
Bajo ese contexto, el factor de la venta de BLM se vuelve casi un comodín para la directiva de Laporta. Aunque, como explicamos anteriormente, no existe una necesidad tan grande para tomar una decisión en el corto plazo. Desde la entidad buscan compensar la mudanza con otras estrategias, como es el caso de la venta de objetos del Camp Nou, encontrar nuevos patrocinadores o los acuerdos para disputar --gira de Estados Unidos-- partidos amistosos.
No hay que pasar por alto que la junta tiene a su favor que el año pasado lograron tener la aprobación de la masa social para la venta del 49,9% de BLM. Durante ese momento recibieron ofertas tentadoras, aunque con la condición de ceder el control de las decisiones del negocio retail, un aspecto en el que el FC Barcelona no está dispuesto a aceptar. Esa será un punto clave con respecto al futuro de uno de los activos más importantes de la entidad.