Desde que Joan Laporta regresó al trono del FC Barcelona, su junta directiva ha hecho malabares para sortear cada uno de los obstáculos económicos, financieros y deportivos que se ha encontrado en el camino. Truco a truco, acuerdo tras acuerdo, el máximo mandatario culé ha ido superando los desafíos. Pero todavía queda mucho trabajo por hacer, y de cara a la próxima campaña 2023-24 son varios los objetivos que Jan tiene entre ceja y ceja.
El anhelado regreso de Leo Messi
Uno de los principales, sin lugar a dudas, es luchar hasta el final por el regreso de Leo Messi. El astro argentino ya habría dado el OK a volver a enfundarse la camiseta azulgrana, y se habla de un futuro contrato con duración hasta 2025, por dos temporadas. Sin embargo, para que la operación sea viable es estrictamente necesario que el Barça tenga la certeza de que podrá inscribirle en Liga. El club ya ha trazado el plan de viabilidad económica requerido por la Liga que preside Javier Tebas, a fin de cumplir con todos los requisitos de Fair Play a la hora de garantizar el retorno del rosarino.
La imperante rebaja de masa salarial
A día de hoy, en las oficinas del Camp Nou están pendientes de conocer el margen disponible para los fichajes. Esa cifra en cuestión corresponde a un cálculo que debe hacer la patronal a partir de la documentación proporcionada. El objetivo de la entidad blaugrana es reducir hasta 200 millones de gastos de la masa salarial, a base de traspasos o liquidaciones de algunos contratos que arrastra la primera plantilla, así como reducciones salariales que deberán negociarse con jugadores concretos como Frenkie de Jong o Marc-André ter Stegen, entre otros.
También mediante recortes en las secciones, e incluso despidos en departamentos particulares como el reciente caso del cierre del Barça TV. El Barça está actualmente excedido en su límite con un total de 648 millones, por lo que deberán tomar decisiones drásticas para cumplir con las previsiones y contentar, de esta forma, a la Liga. Mejorar las relaciones con la patronal para poder inscribir a más jugadores --los nuevos contratos de Gavi, Balde o Araujo, por ejemplo--, es otro de los grandes objetivos de Laporta de cara a los próximos meses.
Acercamiento del Barça con la UEFA
Sólo así podrá aplicar las mejoras que desea para la plantilla de Xavi Hernández, y de esta forma competir de veras ya no sólo por los títulos nacionales, sino también por la UEFA Champions League. En relación a la competición europea, evitar una sanción de la UEFA por el Barçagate de Enríquez Negreira es otra de las premisas marcadas en la agenda del presidente, si bien es cierto que en los últimos días ya se ha aplicado para llevarla a cabo. No en vano se reunió días atrás con Aleksander Ceferin para acercar posturas, ofreciendo incluso una pequeña tregua en la gestación de la Superliga Europea a cambio de que la UEFA no sancione anticipadamente al Barça, cuando a día de hoy cada vez parece más claro que no hay delito de corrupción deportiva.
El Espai Barça y el traslado a Montjuïc
Hechos estos deberes, Laporta tendrá más tiempo y menos preocupaciones a la hora de centrarse en el proyecto megalómano del club, para el que ya ha cerrado una financiación de 1.450 millones de euros a través de Goldman Sachs: potenciar las obras del Espai Barça a partir de junio. El Estadi Olímpic Lluís Companys se encuentra actualmente en un proceso de acondicionamiento, mientras las obras en el Camp Nou siguen avanzando. Será necesario que se cumpla con los plazos establecidos, a fin de que el Barça tan sólo permanezca una temporada --la próxima campaña 2023-24-- en Montjuïc.
El traslado tendrá un impacto negativo en las cuentas del club por cada año que pase. Joan Laporta aseguró, hace unos días, que las pérdidas por la explotación del estadio serán de 55 millones de euros anuales, 38 menos que la cifra prevista inicialmente. Y para que la caída de ingresos no sea tan elevada, habrá que tocar el bolsillo del socio o, en su defecto, llenar estadio de turistas.
De los más de 80.000 abonados actuales en el Barça, tan solo 27.385 tengan la posibilidad de pagar un pase de temporada para acudir a la montaña mágica. O lo que es lo mismo: más de la mitad de los abonados actuales --alrededor de 56.000-- se quedarán sin pase. Ante esta problemática, será necesario recortar todo el tiempo posible para regresar al Camp Nou --ya reformado-- lo antes posible. Y mientras tanto, garantizar que el plan de movilidad hacia Montjuïc se lleva a cabo correctamente, cumpliendo con todas las necesidades de los aficionados. Demasiados pájaros en la cabeza, en definitiva, rondando la cabeza de Laporta. Veremos si, con la hipotética llegada de Leo Messi, es capaz de matar a más de uno de un solo tiro.