El FC Barcelona jugará, como mínimo, una temporada en el Estadi Olímpic Lluís Companys. Es parte del precio que hay que pagar por las obras del Espai Barça, al suponer una transformación del Camp Nou que podría alargarse más allá de los plazos establecidos. El caso es que, por capacidad e infraestructura, no es lo mismo para el conjunto culé jugar en Montjuïc que en el santuario blaugrana, el estadio con mayor aforo de toda Europa.
Montjuïc agrava el problema económico
El traslado tendrá un impacto negativo en las cuentas del club. El presidente, Joan Laporta, llegó a asegurar que las pérdidas por la explotación del estadio serán de 93 millones de euros anuales. La marcha a Montjuïc, por tanto, también alargará los actuales problemas de la entidad con el Fair Play Financiero. Eso, a no ser que se busquen palancas alternativas de ingresos que consigan paliar los números negativos.
Culemanía ha podido desmentir que se vaya a vender más porcentaje de Barça Studios. Una información errónea que varios medios de comunicación han publicado sin contrastar, partiendo de la base de que el club ya vendió el 49% del activo a finales del año pasado. A cambio de un 24,5% para socios.com y de un 24,5% para Orpheus Media --propiedad de Jaume Roures--, el club ingresó unos 200 millones de euros más que necesarios para nutrir las arcas.
Barça Studios ya no se toca; Barça TV y BLM, sí
El FC Barcelona no se deshará de más porcentaje de la propiedad de Barça Studios, ni siquiera para favorecer el retorno de Leo Messi. No sólo porque no prevé desprenderse de más partes del activo, sino porque no tiene el permiso de los socios y porque, además, la Liga ya no permite usar las palancas para fichar. Tampoco para rebajar la soga del Fair Play. Sin embargo, sí pueden ser útiles para paliar el efecto Montjuïc, dado que sirven para corregir balances generales de ingresos.
Es por ello que, aunque el 51% de Barça Studios esté asegurado bajo llave por el FC Barcelona, el club sí tiene previsto estudiar la venta o cesión de otros recursos estratégicos como la gestión de Barça TV --como ya explicó Culemanía meses atrás-- o hasta un 49% de Barça Licensing & Merchandising (BLM).
BLM fue creada por la directiva de Josep Maria Bartomeu para aglutinar las tiendas y la venta online, entre otros elementos de merchandising del club. Y, en los últimos meses, Laporta anunció que el FC Barcelona había recibido ofertas cercanas a los 300 millones de euros por dicha palanca. A finales de 2022 la junta directiva ya recibió la aprobación de los socios, en Asamblea, para vender hasta un 49% tanto de Barça Studios como de BLM.
Laporta tiene varios ases en la manga
El primer activo ya se ha quemado. Ahora falta el segundo, que servirá para contrarrestar las pérdidas derivadas del traslado a Montjuïc y, también, otros números negativos en la cuenta de ingresos ordinarios. Además de recurrir a la venta parcial de BLM para obtener un rendimiento económico a corto plazo, la solución puede pasar por activar otro tipo de palancas.
Son las siguientes: mejorar los ingresos por patrocinios --algo que el regreso de Messi podría impulsar--, desprenderse de algunos sueldos estratosféricos --Busquets y Jordi Alba podrían marcharse en verano--, traspasar a futbolistas con cartel y que sean prescindibles --Ferran Torres y Ansu Fati son candidatos serios--, seguir adelante con la organización de partidos amistosos --el Barça ya ha ganado 20 millones así desde que volvió Laporta-- y, por último, garantizar la actividad económica del museo --aunque sea a medio gas-- mientras continúan las obras del Espai Barça.
Un conjunto de acciones que, entre todas, pueden reactivar radicalmente la economía culé en los próximos meses. Y, así, seguir salvaguardando el modelo de propiedad del FC Barcelona para impedir --o al menos retrasar-- una hipotética conversión en Sociedad Anónima Deportiva (SAD).