Catástrofe en el Camp Nou. El Barça de Xavi Hernández, convertido en el mayor sustento de un club en horas bajas a nivel institucional, se volvió a estrellar ante el Real Madrid (0-4) cuando menos se esperaba. Por mucho que advirtiese el técnico del favoritismo del club blanco en la previa, como vigente campeón de Liga y Champions, no fue capaz de mantener entre sus futbolistas el elevado nivel de concentración mental que se escenificó ante el eterno rival en los recientes duelos de Liga, ida de Copa y Supercopa. En el segundo tiempo, los azulgranas perdieron el norte y se dejaron arrollar por un Real Madrid que anhelaba reivindicarse y lo hizo con una goleada histórica: los blancos no ganaban por cuatro goles de diferencia en el Camp Nou desde 1963, en tiempos de Di Stéfano, Gento y Puskas.
La debacle provocó una cumbre urgente este jueves en las oficinas del Camp Nou. Mateu Alemany y Jordi Cruyff, como máximos responsables de la dirección de fútbol, se han reunido con Xavi y Òscar Hernández. Durante el encuentro han analizado las carencias de una plantilla mucho más competitiva que la del año pasado pero que todavía arrastra algunos déficits que se intentarán subsanar este verano con nuevos fichajes. Todo depende de los límites salariales que otorgue la Liga, inmersa en una feroz cruzada contra el Barça que contribuye a explicar el cisma institucional que se vive en estos momentos.
Ocho renovaciones y seis fichajes
La junta directiva de Laporta afrontará su tercer verano como presidente para tratar de cumplir una de sus principales promesas en campaña electoral: arreglar el desastre económico del club. Si no se reactivan de una vez los ingresos, para compensar el elevado nivel de gasto, se hace muy complicado poder inscribir a nuevos futbolistas. El problema del Fair Play es delicado y la lista de jugadores en la cola para entrar, extensa: Gavi, Araujo, Sergi Roberto, Marcos Alonso, Busquets, Iñaki Peña, Dembelé y Alejandro Balde.
Más allá de las renovaciones, el staff técnico considera que se deben reforzar todavía seis posiciones. Una información que desveló Culemanía en primicia hace algunas semanas y que ahora ya es de conocimiento general en la mayoría de medios. El club quiere a un interior, un mediocentro, un extremo izquierdo, un delantero con gol, un lateral derecho y un central zurdo. Nombres como Leo Messi, Gundogan, Carrasco, Abde, Aubameyang, Vitor Roque, Marcus Thuram, Pavard, Cancelo o Iñigo Martínez, entre otros, están ahora sobre la mesa. Todos pendientes del límite salarial de la Liga.
Tensiones con la Liga y la UEFA
Los ingresos ordinarios del club presupuestados para esta temporada rondan los 700 millones de euros, mientras que el gasto todavía está disparado en torno a los 900 millones, en términos aproximados. Esto quiere decir que hay un decalaje de 200 millones que la junta directiva de Laporta compensó sobradamente para este curso con las palancas --venta del 25% de los ingresos futuros de los derechos de televisión durante 25 años--, una herramienta que la Liga decidió no aceptar de cara a la próxima temporada, donde se presume que seguirá existiendo esa diferencia de 200 millones negativos.
En paralelo a la delicada situación económica, el presidente Laporta trabaja en la resolución de diversos frentes institucionales que pasan un poco más desapercibidos con las victorias de los hombres de Xavi. Por este motivo, la dolorosa derrota en el clásico deja un poco más expuesto a un Barça que en estos momentos negocia con la UEFA para evitar quedar apeado de la Champions mientras mantiene su afán por crear una Superliga que ha sido criminalizada desde los principales estamentos deportivos.
El escándalo Negreira y el Espai Barça
El presidente todavía baraja cuál será la mejor fecha para dar explicaciones sobre el escándalo arbitral relativo a los pagos que percibió José María Enríquez Negreira mientras ejercía como vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros. El club tiene informes y argumentos que sostienen esta versión: el Barça simplemente pagaba para analizar los partidos mediante un tercero profesional que validase si efetivamente los arbitrajes recibidos estaban siendo justos o perjudiciales. En ningún caso, sostienen desde el club, se intentó influir en el arbitraje de los partidos, ni en la toma de decisiones de los árbitros ni en la adjudicación de los mismos.
Por último, pero no menos importante, el Barça se juega el futuro de la entidad con la obra faraónica que supondrá la remodelación del Camp Nou. El club ya tiene apalabrado un crédito de 1.500 millones de euros con entidades financieras de renombre internacional como Goldman Sachs, JP Morgan y Key Capital, además de otras entidades bancarias nacionales que participarán en menor medida. La aprobación de este acuerdo no es oficial todavía, pero ya fue avalado por la junta directiva y los socios.
Messi, una solución más económica que deportiva
Una vez esté firmado, el club espera empezar el grueso de las obras de reforma en junio, aunque todavía no tiene la licencia definitiva de obras debido a las modificaciones que la junta de Laporta aplicó al plan aprobado anteriormente por la junta de Bartomeu. Básicamente se trata de derruir y rehacer la tercera gradería, sin alterar la primera, e incluir dos anillas de palcos VIP entre la segunda y la tercera gradas. Para tenerlo terminado cuanto antes, el club prevé su traslado a Montjuïc, con todos los problemas de movilidad que ello comportará y con una caída estimada de los ingresos cifrada en 93 millones de euros.
Uno de los remedios que trabaja el club para ayudar a solventar los males económicos del Barça es el fichaje de Leo Messi. El retorno del campeón del mundo es visto más como una gran estrategia de marketing que ayude a incentivar ticketing, venta de camisetas y captación de sponsors, que como una solución deportiva para el Barça de Xavi, fortalecido en la presión y desgaste de todos los jugadores, sin excepciones. La llegada de Messi es bien vista por todas las partes, pero como avanzó Culemanía hace algunas semanas, dependerá definitivamente de Javier Tebas, el actual enemigo público número uno del Barça.