Joan Laporta, en el Camp Nou antes de un partido del Barça / REDES

Joan Laporta, en el Camp Nou antes de un partido del Barça / REDES

Palco

El último guiño de Laporta a la Superliga en plena tormenta institucional

El presidente del Barça y Florentino Pérez siguen siendo aliados pese a las tensiones recientes

21 marzo, 2023 00:53

Una cosa es la representación de la obra teatral, y otra muy distinta lo que sucede entre bambalinas. En los últimos días, las tiranteces entre Joan Laporta y Florentino Pérez --que no acudió a la comida de directivas ni al Camp Nou-- han servido para que, de cara a la galería, los medios de comunicación muerdan el anzuelo y hablen de crisis en la relación de ambos presidentes. Nada más lejos de la realidad, lo cierto es que los intereses comunes de FC Barcelona y Real Madrid mantienen viva una alianza que no se ha resquebrajado, independientemente del Barçagate de Enríquez Negreira.

Lucha común por la Superliga Europea

Prueba de ello es el hecho de que, en ausencia de Florentino Pérez, Laporta recibió en el palco del Camp Nou a Bernd Reichart, CEO de la Superliga. El presidente azulgrana estuvo conversando animadamente con el socio común que mantiene con Florentino Pérez, para confirmar de esta forma que la distancia tomada en los últimos días es solo postureo. 

Y, sobre todo, que los planes de enterrar la Champions League para dar paso a una futura Superliga Europea siguen adelante. La gestación del nuevo campeonato es uno de los cinco quebraderos de cabeza que quitan el sueño al mandatario culé, además del caso Negreira, el traslado a Montjuïc, la financiación del Espai Barça y la generación de nuevos ingresos para mejorar el Fair Play de la Liga. Laporta es consciente de que la Superliga podría solucionar buena parte de los problemas económicos del Barça; un pensamiento compartido con Florentino Pérez, que desea enriquecer aún más al Real Madrid.

Bernd Reichart, en un acto de la Superliga con Florentino Pérez y Joan Laporta / EFE

Bernd Reichart, en un acto de la Superliga con Florentino Pérez y Joan Laporta / EFE

Bernd Reichart, en un acto de la Superliga con Florentino Pérez y Joan Laporta / EFE

La UEFA prepara una posible venganza

El problema es que la UEFA está afilando los cuchillos para pasar cuentas al club azulgrana, con la voluntad de aprovechar el caso Negreira para imponer una sanción ejemplar al Barça. La explosión del Barçagate viene como anillo al dedo a Aleksander Ceferin, que se la tiene jurada a Laporta desde que se unió a Florentino Pérez en la lucha por la Superliga. Si bien se antoja difícil pensar en una expulsión del Barça de las competiciones europeas, todo apunta a que el club podría acabar privado de jugar un año en Europa.

Puede que Laporta y Bernd Reichart conversaran sobre ello en el palco del Camp Nou, este pasado domingo durante los prolegómenos del clásico. El CEO de la Superliga dirige A22 Sports Management, la impulsora del proyecto. Se trata de una compañía encargada de patrocinar y fomentar la creación del campeonato, centrándose en el desarrollo de la estructura general y los aspectos financieros de la nueva competición de clubes.

Bernd Reichart, nuevo CEO de la Superliga Europea / REDES

Bernd Reichart, nuevo CEO de la Superliga Europea / REDES

Bernd Reichart, nuevo CEO de la Superliga Europea / REDES

Hace unas semanas, Reichart presentó en sociedad las nuevas bases del torneo embrionario, pactadas previamente con Florentino, Laporta y el dueño de la Juventus, Andrea Agnelli. “El pasado mes de octubre iniciamos un proceso abierto de diálogo sobre el futuro del fútbol europeo. Desde entonces hemos hablado con casi 50 clubes y otros actores del sector, y la conclusión compartida por casi todos ellos es que la base sobre la que se cimenta el fútbol europeo está seriamente amenazada. Ha llegado el momento de hacer cambios”, hizo hincapié la nota oficial de la Superliga.

Posición delicada de los presidentes

Las intenciones compartidas de Florentino y Laporta continúan vigentes, más allá de las novedades que aparezcan sobre el caso Negreira. La postura oficial en el Real Madrid sobre dicho escándalo fue la de personarse en el procedimiento para defender sus intereses, aunque se dejó a un lado a un Laporta que sigue siendo concebido como aliado necesario.

La realidad, sin embargo, es que ambos presidentes deben contentar a los seguidores de los clubes a los que representan. Y el hecho de que hayan estado tan unidos ha generado ciertas tensiones en los sectores más radicales de ambas aficiones, eternamente enfrentadas. El paripé de los últimos días, por tanto, no enturbia la lucha por objetivos comunes como la Superliga. Aunque el proyecto, por ahora, siga a años luz de llevarse a cabo.