El nombre y la imagen del FC Barcelona se han visto mancillados desde hace un mes. Y puede que el daño sea irreparable, en función de cómo avance la investigación del Barçagate sobre los pagos continuados del club a Dasnil 95, una de las empresas de José María Enríquez Negreira. La pregunta que surge a parte del barcelonismo es la siguiente: ¿por qué nadie lo vio venir? O lo que es aún peor: ¿acaso se sabía y se decidió ocultarlo?
Según establece el Barça en sus bases, la figura del Chief Compliance Officer tiene poderes de autonomía e independencia propios, conoce el funcionamiento del club, de su cultura y de sus actividades. Gracias a ello, puede detectar y poner solución a hechos potencialmente contrarios a las leyes y normativa interna. "El club dispone de la función de Compliance, que trabaja para asegurar el cumplimiento normativo, el cual implica no solo conocer y respetar el Código de Ética y de Conducta, sino también de otra normativa interna de la que se ha dotado el FC Barcelona con el fin de asegurar el cumplimiento con las diferentes legislaciones vigentes de aplicación", determina la entidad.
El caso de Enríquez Negreira, no obstante, es la prueba fehaciente de una grave falta de rigor dentro de ese área de seguridad en el club. Desde el departamento que lidera Sergi Atienza, de hecho, se ha iniciado una investigación para esclarecer por qué no se detectaron los pagos del club al antiguo vicepresidente de los árbitros. “Desde hace unos días ha comenzado una investigación liderada por el Área de Compliance. Se ha externalizado la investigación de los hechos, para garantizar la máxima eficiencia durante el transcurso de la misma”, señaló un portavoz oficial.
Despidos y dimisiones en el Área de Compliance
El actual Compliance Officer, Sergi Atienza, es abogado penalista y amigo personal de Joan Laporta. Aterrizó hace un año en el Barça para sustituir a Xavier Mas, quien había ejercido esa función de control durante el año anterior. Fue un cargo elegido por Ferran Reverter, pero tras la dimisión del CEO el presidente azulgrana consideró que había que modificar ese cargo con el despido de Mas. Y así fue como aterrizó Atienza, que estuvo durante más de siete años compartiendo despacho con Laporta en Avenida Diagonal, donde el presidente blaugrana trabajaba junto a su socio Xavier Arbós.
Antes de Atienza y Mas, Noelia Romero fue la Compliance Officer que salió rebotada por el Barçagate de Josep Maria Bartomeu con las redes sociales. Fueron meses de gran tensión en las oficinas del Camp Nou, especialmente entre Noelia Romero y el jefe del Departamento Jurídico, Román Gómez Ponti. Y también durante la etapa de Bartomeu al frente de la directiva, antes de los nombres mencionados se encargó de la tarea de cumplimiento normativo Sabine Paquer, una gran profesional que acabó marchándose por presiones. Aunque, antes de hacerlo, no tuvo problema en abrir expediente a pesos pesados de aquella junta como Manel Arroyo y Jordi Moix.
La cuestión es que ninguno de los Compliance Officer, por los motivos que sean, fue capaz de detectar los pagos a Enríquez Negreira y vislumbrarlos como una amenaza potencial para el club. Si alguno lo hizo, no tuvo el tiempo, poder o atrevimiento suficientes para cortar de raíz con el problema.
Las auditorías externas, también inservibles
Tampoco los informes y auditorías externas fueron efectivos en este escenario. Se realizó la famosa Due Diligence en la primera etapa de Sandro Rosell para colocar una acción de responsabilidad a Laporta; se pidió auditoría a Deloitte para el Barçagate de Bartomeu con las redes sociales; se efectuó una auditoría y Forensic cuando Laporta regresó al trono... Los pagos continuados a la empresa de Negreira sortearon todas las barreras.
Ahora, el FC Barcelona ha encargado una nueva auditoría para poner luz al escándalo que está oscureciendo la imagen del club. Y no ha contratado los servicios de cualquiera. Se trata de Andreu Van Den Eynde, cuyo despacho de Derecho Penal tiene la auditoría o Compliance como una de sus principales actividades, así como el derecho penal preventivo de nivel corporativo. En este sentido, el fichaje de Van den Eynde --que participó en el juicio del Procés y estableció la "doctrina Junqueras" en la justicia europea-- está orientado a la elaboración de un informe actualizado de la situación. Mientras tanto, el caso ya se encuentra en manos de la Fiscalía Anticorrupción.