El escándalo del Eintracht pasa factura a los rivales del Barça: prohibiciones muy restrictivas

14 de abril de 2022. Más de 30.000 aficionados alemanes invadieron el Camp Nou para animar al Eintracht Frankurt en la vuelta de cuartos de final de la UEFA Europa League. Una cifra que seguramente fue todavía superior, y ante la cuál el club presidido por Joan Laporta no supo anticiparse. La fecha pasó a la historia como una de las mayores vergüenzas de la historia reciente del Barça, debido a la bochornosa eliminación sufrida ante el conjunto germano y, sobre todo, la sensación de que el santuario azulgrana había sido mancillado.

Laporta y su junta se prometieron que algo así jamás volvería a suceder. Al menos, durante su mandato. Es por ello que, nada más finalizar la pasada campaña, el club presentó una serie de medidas para fomentar la presencia masiva de aficionados culés en cada partido y, de paso, limitar la presencia y visibilidad de los seguidores rivales en la medida de lo posible.

La reacción de la junta de Laporta

Se anunció la creación de un abono digital, se instauraron premios y penalizaciones para los socios en función de su asistencia al estadio y se explicó que las entradas para el público pasarían a ser "digitales y nominativas, con el objetivo de garantizar su trazabilidad y evitar el fraude".

Dicho de otra manera: la junta directiva buscó cubrirse las espaldas y asegurar, de cara a esta temporada 2022-23, que el Camp Nou fuese lo más blaugrana posible. Para beneficio del equipo entrenado por Xavi Hernández --que pasaría a recibir un calor más directo del barcelonismo--, y también para olvidar cuanto antes el despropósito vivido contra el Eintracht aquel fatídico jueves de abril.

La afición del Barça, presente en el Camp Nou durante el derbi / FCB

La afición del Barça, presente en el Camp Nou durante el derbi / FCB

Polémica por las medidas contra la Real

El riesgo está en sobrepasar los límites. De cara al partido de este miércoles contra la Real Sociedad, relativo a los cuartos de final de la Copa del Rey, el Barça solo ha vendido 162 entradas a los aficionados del equipo txuri urdin. Son 102 localidades menos de las que pidieron los hinchas realistas en un principio. En San Sebastián corrió el rumor de que el club azulgrana había comunicado que impediría la entrada de aficionados que exhibieran camisetas o distintos del club donostiarra, medida que fue negada por el Barcelona.

Aficionados de la Real en el Reale Arena / REDES

Aficionados de la Real en el Reale Arena / REDES

El Barça sí vetó camisetas del Espanyol

El pasado 31 de diciembre, en cambio, el Barça prohibió a los hinchas del RCD Espanyol que pudiesen entrar al estadio con bufandas y camisetas identificativas. Esta medida podría repetirse en el próximo partido de Liga contra el Real Madrid. La polémica está servida.