Si por algo será recordado el Mundial de Qatar 2022, además de por sus atípicas fechas y el desenlace del torneo a nivel deportivo, será por toda la controversia que ha despertado desde el mismo momento en que se anunció la elección de la sede. Desde que la FIFA concedió la cita internacional al país de Oriente Medio, no han parado de salir a la luz vulneraciones y escándalos silenciados a destiempo.
El balón rodará desde este 20 de noviembre hasta el 18 de diciembre en Doha y sus ciudades aledañas, regateando las denuncias de distintos organismos como Amnistía Internacional (AI) o Human Rights Watch (HRW) por la violación de derechos humanos que se vive a diario en el estado catarí, en unas leyes que son incompatibles con los propios estatutos de la máxima organización del fútbol internacional.
Amnistía Internacional ya había denunciado injusticias en otros eventos de idéntica magnitud. “Desde Sudáfrica en 2010, cuando iban a desalojar a personas para poder construir estadios nuevos, hasta Rusia en el 2018, donde se denunció la anexión de Crimea o de Georgia. Esto apunta a que es muy probable que siga pasando, porque lleva ocurriendo mucho tiempo”, asegura Ricard Taboada, miembro de AI. En cualquier caso, cabe incidir en cuáles son las siete grandes polémicas --aunque hay más-- que rodean al Mundial de Qatar 2022 para entender el revuelo social que está causando.
La adjudicación mafiosa del Mundial
El diario francés Libération destapó en las últimas semanas, como ya habían anticipado otros medios, una trama de extorsión y chantaje para la concesión del evento a Qatar. El presidente del Paris Saint-Germain, Nasser Al-Khelaifi, habría ordenado el encarcelamiento del empresario franco-argelino Tayeb B y, posteriormente, quemado todos los documentos y pruebas que lo relacionan con la fraudulenta adjudicación de la Copa del Mundo.
Tayeb, que ingresó en prisión en enero de 2020, tenía en su posesión documentos comprometedores sobre Al-Khelaifi y el emir de Qatar --que a su vez es propietario del PSG-- Tamim bin Hamad Al-Thani. Después de un año de presiones, Tayeb entregó un lápiz de memoria y pudo salir de prisión. El dispositivo contenía, al parecer, pruebas sobre la concesión fraudulenta del Mundial 2022. Unos delitos que habrían salpicado directamente a Al-Khelaifi y Al-Thani.
Un Mundial que trastoca el calendario
En cuanto se conoció la elección de la sede, uno de los primeros interrogantes fue pensar cómo podría organizarse el Mundial en las tradicionales fechas veraniegas con las elevadísimas temperaturas que se producen en Qatar. Tras un intenso estudio, en 2015 se decidió que el campeonato se disputaría entre los meses de noviembre y diciembre, a fin de reducir las temperaturas hasta un nivel más aceptable. Eso ha provocado que se dé una gran acumulación de partidos en el calendario 2022-23, incrementando la fatiga de los jugadores y el número de lesiones.
Abuso laboral y... ¿6.500 fallecidos?
En el ámbito laboral, Qatar sigue utilizando el sistema kafala, un “sistema de patrocinio” para las empresas que existe en varios países de la península árabe y regula las relaciones laborales entre los empleadores y los trabajadores migrantes, que son el 90% de la mano de obra y proceden de India, Bangla Desh, Sri Lanka y Nepal, en esencia. El sistema en cuestión facilita el abuso y la explotación de los trabajadores, que apenas tienen derechos ni opciones real de reclamar. A muchos se les arrebataron los pasaportes y, según datos publicados por The Guardian, al menos 6.500 personas fallecieron en la construcción de los estadios de fútbol y otras infraestructuras para el Mundial. El país árabe lo niega, y habla tan sólo de tres muertes.
El castigo permanente a las mujeres
Las leyes de Qatar siguen menospreciando y castigando a las mujeres. Las primeras están claramente discriminadas en la teoría y en la práctica, al sufrir un sistema de tutela masculina; les dificultan el divorcio y, si lo hacen, es complicado que tengan la custodia de los hijos; las menores de 25 años necesitan permiso de sus tutores para viajar al extranjero, firmar un contrato o simplemente para salir de casa, tal y como informa Human Rights Watch.
Acoso LGTBI; la homosexualidad, ilegal
En cuanto a los derechos LGTBI, la homosexualidad es ilegal en Qatar y la Sharia señala que es incluso castigable con la muerte. Son varios los capitanes de selecciones que han mostrado su voluntad de lucir brazaletes con los colores de la bandera arcoíris. No está claro, sin embargo, si los aficionados podrán mostrar estos mensajes reivindicativos en los estadios. Las federaciones de Alemania, Bélgica, Dinamarca, Inglaterra, Holanda, Noruega, Portugal, Suecia, Suiza y Gales pidieron a la FIFA, a través de una carta, que se respetaran los derechos humanos y recibieron la respuesta del presidente, Gianni Infantino, quien les pidió que se centrasen en el torneo y que “no permitan que el fútbol se vea arrastrado a todas las batallas ideológicas que existen”.
Una aplicación que espía y rastrea
Hace unas semanas, el estado qatarí determinó que todas las personas que llegasen a Qatar tendrían que descargarse una aplicación en sus móviles, llamada Ehteraz. Esta app permite a las autoridades del lugar rastrear a quienes ingresen a los espacios públicos cerrados --como los estadios-- por cuestiones "relacionadas con la seguridad y el Covid-19", según dejaron claro los altos mandos del país.
Periodistas amenazados en Qatar
Un reportero danés, Rasmus Tantholdt, vivió una situación de alta tensión al ser abordado en los últimos días por guardias locales mientras transmitía desde una plaza pública en Qatar. “¿Por qué no podemos filmar? Es un lugar público”, le preguntaba a los tres sujetos que se bajaron a amedrentarle. El episodio quedó grabado al completo, ya que Tantholdt estaba grabando en directo.
Uno de los miembros de seguridad intentó romperle la cámara, justo antes de que el episodio se viralizase en Twitter. Horas después, el periodista recibió una disculpa oficial de la Oficina Internacional de Medios de Qatar y del Comité Supremo. La imagen del país árabe, en definitiva, está por los suelos a nivel internacional... y eso sin que el Mundial haya empezado siquiera.