El Barça, sin noticias de Goldman Sachs
El club espera tener un acuerdo cerrado en enero de 2023
8 octubre, 2022 23:47El Espai Barça de Joan Laporta cada día se parece menos al Espai Barça de Josep Maria Bartomeu. El actual presidente ha introducido cambios muy importantes respecto al proyecto inicial y ha sustituido a Nikken Sekkei, uno de los bufetes de arquitectura más prestigiosos del mundo, por Torrrella Ingeniería. El anterior presidente tenía pactada la financiación con Goldman Sachs por 815 millones de euros, pero la banca de inversión norteamericana no ve claro la propuesta actual, que asciende a 1.500 millones de euros.
Goldman Sachs, como informó Culemanía, tiene muchas dudas sobre la financiación del Espai Barça por 1.500 millones de euros. Al gigante estadounidense tampoco le gustó la salida de Nikken Sekkei y pide las máximas garantías. Entre ellas, la propiedad del club.
Obras menores
Las negociaciones entre el Barça y Goldman Sachs se han estancado. El club ha optado por trocear la reforma del Camp Nou. Esta temporada hará obras menores. La idea es acelerar a partir de la próxima temporada, cuando el primer equipo debe trasladarse al Olímpic Lluís Companys. El Barça pagará unos 20 millones de euros al Ayuntamiento de Barcelona en concepto de alquiler.
El problema es que el Barça no tiene resuelta la financiación y no descarta una solución al margen de Goldman Sachs. Una solución que, según Laporta, podría llegar a principios de 2023.
Las obras del Espai Barça
La reforma del Camp Nou asciende a 900 millones de euros, mientras que la construcción del nuevo Palau Blaugrana, con capacidad para 15.000 espectadores, del Petit Palau y del palacio de hielo costará 420 millones de euros. El resto corresponde a las obras de urbanización de las instalaciones del club.
El relevo de Goldman Sachs por Torrella Ingenieria también preocupa al Col.legi d’Arquitectes de Catalunya. Fuentes de su junta directiva lamentan la ruptura del Barça con Nikken Sekkei.
Proyecto inicial
Laporta, mientras, intenta ganar tiempo. Las obras se retrasan año tras año. El proyecto inicial, que fue aprobado en referéndum en 2014, debía estar terminado en 2021 y un año después todavía no han empezado las obras (en 2022 se aprobó en referéndum que el coste máximo será de 1.500 millones). Unas obras que encallan. Como la financiación.