Joan Laporta en el Estadi Johan Cruyff / Redes

Joan Laporta en el Estadi Johan Cruyff / Redes

Palco

Joan Laporta, un presidente de Europa League

El Barça es víctima de la herencia de Bartomeu y de los errores de bulto del actual dirigente

8 diciembre, 2021 23:51

Joan Laporta prometió que el Barça haría algo sonado en la Champions. Y sonada ha sido su eliminación. Por primera vez en su historia, el equipo azulgrana jugará la Europa League, un castigo que retrata su crisis deportiva y económica. Su impotencia para competir con los grandes clubes. Hoy, el Barça es un equipo menor, débil, inoperante. Los errores de bulto de Josep Maria Bartomeu en la gestión de las estrellas y la improvisación del actual presidente condenan a una entidad que hace una década era modélica en Europa y que ahora competirá con la clase media continental. Y gracias.

"Lo volveremos a hacer", dijo Laporta en la campaña electoral que culminó el pasado 7 de marzo con una amplia victoria del abogado barcelonés. Avalado por el resultado de las urnas pero sin ningún plan para rescatar a un Barça decadente, el presidente soñó a lo grande el 17 de abril cuando el equipo ganó la Copa del Rey en Sevilla. Ese día, aficionados y futbolistas esperaban que ratificara a Ronald Koeman. No lo hizo y su silencio tuvo un efecto devastador.

Desprecios a Koeman y Xavi

El Barça, en las semanas siguientes, tiró la Liga y Laporta crucificó a Koeman el día que le comunicó que le buscaba un sustituto en el Via Veneto. No logró seducir a Pep Guardiola, su gran sueño, y el técnico holandés salvó la cabeza pero estaba sentenciado. La suya fue una muerte lenta, horrible, como horrible fue el desprecio de Laporta a Xavi el pasado verano. El técnico de Terrassa esperó una llamada telefónica que no llegó del presidente del Barça, empeñado con pasarle factura por apoyar a Víctor Font. Meses después reculó. Acorralado, no se atrevió con apuestas más arriesgadas como la del muñeco Gallardo.

Laporta y Xavi, eufóricos, en la presentación del técnico ante la afición del Barça / EFE

Laporta y Xavi, eufóricos, en la presentación del técnico ante la afición del Barça / EFE


Laporta y Xavi, eufóricos, en la presentación del técnico del Barça / EFE

Con unos movimientos de Laporta tan torpes, el Barça compró muchos números para hacer el ridículo en Europa. Sin Messi ni Griezmann por necesidades económicas, agravadas por la interpretación catastrofista de la actual junta directiva, el equipo se quedó sin gol. Solo ha marcado dos en los seis partidos de la fase de grupos y ha encajado nueve: seis del Bayern y tres del Benfica. Los principales artífices del último título de Copa del Rey con Koeman, Leo (38) y Antoine (20), firmaron 58 goles entre los dos el curso pasado. 

Impacto negativo en las cuentas

El Barça, hoy, ya no forma parte de la élite europea. El club se ha inmolado con sus propios errores. La eliminación de la Champions tendrá un impacto muy negativo para las cuentas del club, próximo a los 30 millones de euros --entre los ingresos procedentes de la UEFA y de los patrocinadores--. Laporta, lejos de tener una varita mágica, ha tensionado mucho más a una entidad que se empachó con los éxitos pasados. Ahora buscará consuelo con el referéndum del Espai Barça, un proyecto de 1.500 millones de euros que se ha tramitado en un plis-plas, aunque nadie puede negarle que el campo se cae a pedazos como el equipo de fútbol. Ésta es la dura realidad que deberá revertir el presidente del Barça. Del Barça de la Europa League.

"Ahora más que nunca hemos de remar todos en la misma dirección. Todos estamos tristes y vamos a seguir trabajando para revertir esta situación", manifestó Laporta al acabar el partido, sin muchas ganas de analizar la eliminación del Barça.