Guerra abierta en el fútbol español. Otra más. Aunque en esta ocasión Javier Tebas pretende pasar de ser el malo de la película a convertirse en el Robin Hood de la Liga con el objetivo de evitar que los pobres salgan más perjudicados a costa de los ricos.
Javier Tebas en un acto de la Liga / EFE
Pese a su fama de tipo siniestro por alguna de sus jugadas en el pasado, como el polémico debut de Leo Messi con el Barça en Primera División que intentó detener por alineación indebida en edad juvenil, y sus actuales rencillas constantes con Luis Rubiales, Florentino Pérez o Joan Laporta, entre otros, la realidad es que Tebas encarna más que nadie la defensa del fútbol español tal y como lo conocemos. Por este motivo mantiene una cruzada agotadora contra los grandes de la Liga, que persisten en sus aspiraciones de construir una Superliga que terminará debilitando los torneos domésticos a costa de hacer más ricos a unos pocos.
Aumento de la deuda
Este sencillo argumento es el que explica el último movimiento orquestado por la triada Real Madrid, FC Barcelona y Athletic Club. En ese orden. Florentino Pérez lleva la voz cantante y los otros dos, más mermados económicamente, le siguen a pies juntillas porque les han prometido ingresar una buena suma de dinero que servirá para enjugar su disparada deuda. En el caso del Barça, estamos hablando de 1.350 millones de euros.
El nuevo Proyecto Sostenible que defienden estos tres clubes frente a los restantes 39 de Primera y Segunda División consiste en ampliar la deuda. Precisamente lo que tanto Barça como Athletic pretenden rebajar, porque supone poner en riesgo la viabilidad del club y su modelo social, que podría terminar en SA para dejar de ser propiedad de los socios, es lo que se incrementaría si los clubes españoles firman el acuerdo con los asesores Key Capital. Esta consultora negocia obtener una financiación favorable a través de tres gigantes financieros como son Bank of America, HSBC y/o JP Morgan. Esta última es, precisamente, la entidad que ha financiado la costosa reforma del Santiago Bernabéu. Un aliado de Florentino.
Capital riesgo
En cambio, la propuesta de Tebas consiste en una asociación con los Fondos CVC de capital riesgo con el objetivo de que se convierta en partner estratégico para el desarrollo y crecimiento del negocio estancado de la Liga. Es decir, asume el riesgo de que el negocio no funcione y, por tanto, no se genera una deuda, sino que directamente pone un capital que únicamente tendrá retorno en caso de que se consigan los objetivos de crecimiento.
Asamblea de LaLiga para ratificar el acuerdo con el fondo CVC / EFE
La diferencia entre ambas propuestas, por tanto, es que CVC puede acabar ganando mucho más dinero si hace bien las cosas, pero en caso de que no salgan, los clubes pequeños no se verían hipotecados con una nueva deuda. Según argumentan los impulsores de la Superliga, CVC cobraría 13.100 millones de euros en 50 años a cambio de avanzar tan solo 2.000 millones. Mientras que el Proyecto Sostenible que defienden ellos, comportaría un pago de 900 millones a JP Morgan en intereses durante la mitad de tiempo, 25 años, a cambio de la misma cantidad de dinero: esos 2.000 millones que se anticiparían.
Los ricos se enriquecen a costa de los pobres
Aparentemente puede ser más atractivo el Proyecto Sostenible de Barça, Madrid y Athletic, pero tiene "trampa". Al menos, eso defiende la Liga: “La operación alternativa no explica que si los clubes afectados descienden, seguirán teniendo que pagar las deudas fijas durante 25 años sin tener recursos para ello”. Una situación que podría comportar la desaparición de algunos clubes mucho más modestos que los tres interesados en este acuerdo. En su defensa, los impulsores de la Superliga aseguran que el acuerdo con CVC es una financiación encubierta que acabará generando una deuda mayor. Sin embargo, la diferencia es que está exenta de riesgos para los pequeños. Lo de siempre: los ricos quieren ganar más a costa de los pobres.
Otro argumento que exhibe Tebas contra el Proyecto Sostenible es el siguiente: “Esta operación estaría sujeta al consentimiento individual de todos y cada uno de los acreedores de los clubes. Muchos clubes, que tienen ignorados sus derechos de tv, no podrían adherirse a menos que dediquen el dinero recibido a cancelar las deudas preexistentes, en lugar de dedicarlo a proyectos de crecimiento. La estructura del Proyecto Impulso, en cambio, es completamente compatible con la situación de partida de todos los clubs”.
Dos proyectos, enfrentados
A continuación, los argumentarios más desarrollados que durante este viernes han emitido las dos partes defendiendo su posición y atacando la rival.