JP Morgan queda muy tocado tras el fracaso de la Superliga de Florentino

JP Morgan es una de las grandes entidades que se esconden detrás de la Superliga europea. El banco americano, que ya tiene acuerdos cerrado con el Real Madrid de Florentino Pérez, puso una inyección inicial de capital de 3.500 millones de euros a repartir entre los clubes fundadores y las primeras ediciones.

Este viernes los norteamericanos rompieron su silencio en la agencia de noticias AFP. “Claramente hemos juzgado mal la acogida de este proyecto entre la amplía comunidad futbolística y como impactaría en él en el futuro. Aprenderemos de ello en el futuro”, apuntaron.

Imagen de archivo de las oficinas de JP Morgan / EFE

Imagen de archivo de las oficinas de JP Morgan / EFE

Más allá de su arrepentimiento público, la entidad financiera ha quedado tocada en prestigio. Se ha devaluado en sus rankings de sostenibilidad, pasando de EE a E+. A Standard Ethics no le ha pasado por alto lar reacciones de los gobiernos de los países implicados y sus primeros ministros: Boris Johnson, Emmanuel Macron o Mario Draghi.

Detalles ocultos

Según desveló el semanario alemán Der Spiegel, JP Morgan hizo una inyección inicial de 3.525 millones de euros. El plan era conseguir un retorno de 6.100 millones de euros en los próximos 23 años. Estos eran los términos acordados con los doce clubes, un motivo que explican las cláusulas millonarias de penalización.

Tras la aportación inicial, los clubes se comprometían a pagar 264 millones de euros por temporada durante los próximos 23 años. El objetivo era “ofrecer notables ventajas al fútbol amateur y al fútbol en su conjunta”. El 8% de los ingresos televisivos, previstos por 400 millones de euros, iban a dedicarse a fines benéficos y solidarios.

El fichaje de Florentino Pérez como recambio de Zidane que fulmina a Raúl / EFE

Florentino Pérez, en una imagen de archivo | EFE

Actualmente todo son incógnitas. Diez de los doce equipos fundadores se han desmarcado del proyecto, pero los fundadores de la Superliga insisten en que nadie se ha desmarcado oficialmente. Hacerlo supondría tener que abonar una cláusula de penalización de unos 300 millones de euros por equipo.