La evolución del Espai Barça desde la anterior etapa de Laporta como presidente
El máximo mandatario azulgrana tiene la misión de tirar hacia adelante la reforma del Camp Nou
8 mayo, 2021 03:07Joan Laporta tiene varias carpetas abiertas desde que regresó a la presidencia del FC Barcelona. Una de las que más preocupan, por transcendencia y financiación, es la del Espai Barça. Este jueves el máximo mandatario se reunió con Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, para tratar el tema.
El plan de la nueva directiva es tratar el posible traslado al Estadi Lluís Company, en Montjuïc, --un tema que ya salió en la campaña electoral-- a finales de mayo y proponerlo a la Asamblea de socios compromisarios. Lo tienen marcado como una de las grandes prioridades --por imagen e ingresos-- y consideran que ya se están quedando atrás, sobre todo, si se comprara con el Santiago Bernabéu.
Una imagen de archivo de l'Espai Barça / FC Barcelona
Las obras actualmente están paradas y solo se ha construido el Estadi Johan Cruyff. Debido al incremento del gasto --hasta 815 millones de euros-- y a la demora de los plazos, el proyecto tiene que volver a ser ratificado por los socios vía referéndum. Cabe recordar que con Goldman Sachs se terminó cerrando un crédito por el que se pagará en total 1.250 millones (intereses incluidos).
El actual presidente ya sabe lo que comporta un proyecto de estas magnitudes. En 2007, a tres años de finalizar su primer mandato, presentó la renovación total del Camp Nou con Norman Foster como arquitecto. El conflicto entre el Barça y Les Corts alargó el proceso y finalmente la junta entrante lo tumbó.
Nuevo presidente, nuevo proyecto
La llegada de Sandro Rosell en 2010 significó una rotura total con la junta directiva anterior. Se encargó una auditoría interna y se paró por completo el conocido como Proyecto Foster. No quería que los terrenos del Miniestadi se urbanizaran y consideraba que no era una reforma urgente para el Camp Nou. No menos importante era la situación económica, con la deuda disparada.
Proyecto de Foster para el Camp Nou / Redes
En enero de 2014, el presidente Rosell presentó el ahora conocido como Espai Barça, un proyecto que había costado 18 meses de trabajo. Se hizo una gran campaña de promoción para intentar convencer a los socios, convocados en referéndum el mes de abril: 72,36% de los socios (27.161) votaron a su favor.
La directiva azulgrana abrió un concurso arquitectónico en 2016. Hubo varias propuestas, pero la ganadora fue la presentada por la agencia de arquitectura japonesa Nikken Sekkei. Esta decisión la tomó un comité de 10 personas.
Bartomeu y Moix en un acto del Espai Barça / FC Barcelona
La financiación era bastante diferente al actual. El precio era de 600 millones de euros y las obras empezarían en 2016. Se empezaría a pagar desde 2017, terminaría en ocho años, y el equipo ya podría jugar en 2021. Las actividades propias del estadio significaría para el club unos ingresos récord, cifrados en unos 150 millones anuales, tittle rights aparte.
Falta la ratificación
Tanto la estructura financiera como los plazos de las obras no se han cumplido. De 600 millones de euros a los 815 y de la inauguración en 2021 se ha pasado al 2025. Estas demoras provocaron que la junta directiva necesitara la ratificación en referéndum de los socios de la entidad, una convocatoria que todavía no se ha producido.
Laporta, a la espera de ese referéndum, no parece estar por la labor de someter grandes cambios el proyecto del Espai Barça. Como ya anunciaron en campaña electoral y empezaron a trabajar este jueves, no se descarta trasladar el equipo a Montjuïc por dos años para avanzar las obras.