Las tensiones deportivas y económicas del Barça

En un año en el que la pandemia mundial del Covid-19 ha hecho que se haya resentido muchísimo el flujo de la economía global, el FC Barcelona tiene que asumir las pérdidas en sus actividades sociales, como la venta de productos o servicios que ofrece la entidad y la ausencia de compraventa de entradas para acudir a los estadios. Esta situación hace que a día de hoy sea prácticamente imposible abordar los fichajes que necesita Koeman: un defensa central y un delantero centro. Los preferidos siguen siendo Memphis Depay y Éric García, pero dependerán de la salida de otros jugadores que generen entradas de dinero. 

Braithwaite y Junior son algunos de los jugadores que más han sonado. Con ellos podría ser suficiente para arreglar un desbarah¡juste que se arrastra desde el verano. Tal y como estaba la plantilla en el mercado de verano, el club tan solo se tenía que quitar de encima a dos perfiles de jugadores (un punta y un centrocampista) para cuadrarlo todo a nivel deportivo. Pero, a nivel económico, la cosa cambiaba y se necesitaba vender al menos a cuatro jugadores.

Al final, los damnificados fueron 10 jugadores: Arthur (vendido por 72 millones de euros a la Juventus), Arturo Vidal (a coste cero para el Inter de Milán), Malcom (vendido por 40 millones de euros al Zenit de San Petersburgo), Carles Pérez (vendido a la Roma por 10 millones de euros), Marc Cururella (vendido al Getafe por 10 millones de euros), Rafinha (a coste cero para el PSG), Rakitic (vendido por 1,5 millones de euros al Sevilla), Semedo (vendido por 30 millones de euros al Wolverhampton), Luis Suárez (a coste 0 para el Atlético de Madrid) y poner en cesión a Todibo para el Benfica por dos millones de euros.

Luis Suárez celebra su primer doblete con el Atlético de Madrid / EFE

Luis Suárez celebra su primer doblete con el Atlético de Madrid / EFE

Finalmente, descontando los préstamos a otros equipos por Wague (PAOK), Akieme (Almería), Monchu (Girona) y Miranda (Betis), los 126,50 millones de euros ingresados por el Barça en traspasos de este primer mercado de la temporada, no se pudieron evitar unas pérdidas de 96 millones de euros que siguen dificultando los fichjaes deseados por Koeman, los jugadores Eric Garcia y Memphis Depay, en el mercado de invierno.

Posible venta en enero

Con un proyecto de remodelación de las instalaciones en curso --Espai Barça—y las deudas acumuladas, el Barça se vio obligado por segunda vez en este 2020 a reducir los salarios de los jugadores de sus primeros equipos, a pesar de que la moción de censura contra Bartomeu terminó con la dimisión de su junta. Si esto no fuera suficiente, el club también bajará las nóminas de los 540 trabajadores que tiene en plantilla.

Por lo tanto, para continuar equilibrando la situación económica del club azulgrana, la junta gestora podría decidir negociar la salida de otros jugadores del primer equipo para el mercado de invierno. Al menos, no lo descartan, ya que las elecciones son el 24 de enero. 

Messi y Guardiola en una imagen de archivo /REDES

Messi y Guardiola en una imagen de archivo /REDES

Los rumores más recientes apuntan a que, ante la incapacidad del Barça para poder deshacerse de Ousmane Dembelé, el club azulgrana podría apostar por la salida de Philippe Coutinho. De lo contrario, el crack argentino podría marcharse de Barcelona en junio de 2021 --algo que tanto directiva como afición ya dan por hecho— a beneficio cero para la entidad azulgrana, como en el caso de Rafinha o de Luis Suárez.

Por lo tanto, tras finalizar la negociación de la rebaja salarial a los jugadores del primer equipo, la directiva del Barça debe emplearse en rentabilizar al máximo sus efectivos para el próximo mercado de invierno de 2021 si no quiere seguir perdiendo dinero en este 2020.