¡Ningún fichaje hasta que se concreten las salidas!
La realidad económica que vive el Barça hace inviable que lleguen nuevos jugadores si no salen otros antes
12 septiembre, 2020 04:45Dejen salir antes de entrar. Esta premisa tan elemental para los usuarios asiduos al transporte público es también la punta de lanza que definirá la política de fichajes del FC Barcelona de cara a los próximos días de mercado: no llegará ningún jugador a menos que salgan otros antes del 5 de octubre.
La plantilla que tiene Ronald Koeman para la nueva temporada cuenta con un aluvión de altas con respecto a los que terminaron el curso pasado. En total, el técnico holandés cuenta con 18 jugadores nuevos entre fichajes –Pjanic, Trincao o Pedri–, cedidos que regresan y futbolistas del filial en dinámica del primer equipo.
El gran abanico de jugadores a disposición del entrenador azulgrana hace que la secretaría técnica no tenga ninguna prisa en forzar nuevas incorporaciones. Especialmente porque preocupa más sanear la masa salarial.
Tensa negociación con Luis Suárez
La prioridad en estos momentos del CEO, Òscar Grau, pasa por desprenderse de jugadores que cobran demasiado. El primero en salir fue Rakitic, como avanzó Culemanía, y los siguientes deben ser Arturo Vidal y Luis Suárez. Entre los tres suponían un coste al Barça de 70 millones de euros (20+20+30).
La situación más encallada es la de Suárez, cuyos abogados están en negociaciones con el Barça para rescindir su contrato. El futbolista aspiraría a cobrar la totalidad del salario firmado, mientras que el club hubiese deseado que se conformase con la carta de libertad. El acuerdo pasa porque ambas partes cedan un poco.
Ni Suárez cobrará la totalidad de la ficha porque no tiene sentido si se va –y en ese caso el club lo tiene claro: se quedaría aunque no juegue– ni el Barça se librará de pagar una parte. De hecho, desde el club asumen que deberán abonarle una parte del sueldo para que, de ese modo, se asegure cobrar lo mismo en el club que le fiche. Se trata del mismo modus operandi que en su día se utilizó en las salidas de Xavi Hernández y Andrés Iniesta.
Lautaro sigue siendo el favorito
Una vez acordada la salida de Suárez, que todo hace indicar que es la única solución posible porque el jugador querrá jugar y alargar su carrera en otro equipo con un buen contrato que le será más fácil de negociar ahora que dentro de un año, el Barça pasará al ataque en el mercado. En ese caso el club sí que irá a por un delantero.
Por muchos rumores que se oigan estos días, el claro favorito sigue siendo Lautaro Martínez. El único problema, más que pagar un traspaso, es el sueldo. Desde el club confirman que hay liquidez para afrontar la operación. Lo que no hay es margen con los salarios debido al Fair Play Financiero de la UEFA y los límites salariales de la Liga.
La plantilla azulgrana sumaba una masa salarial de 642 millones de euros –sumando los deportistas de todas las secciones más las amortizaciones de fichajes– en el último presupuesto de gastos presentado en octubre de 2019. Un 61% sobre el total de ingresos presupuestado, que ascendía a 1.047 millones de euros.
Pendientes del Fair Play Financiero
Sin embargo, en la memoria del curso anterior quedaba reflejado que el gasto salarial total de solamente el primer equipo descendía a 391 millones de euros sobre unos ingresos totales de 990 millones. Es decir, tan solo representaba el 40% del total.
Más allá del debate sobre qué masa salarial debe analizarse, lo que es obvio es que si el Barça reduce sus presupuestos un 30%, los ingresos presupuestados por el club rondarán los 733 millones de euros y, en ese caso, la masa salarial sí estaría disparada. Si tomamos como referencia la primera cifra –642 millones–, el resultante es que el club destinaría un 87,5% del total de los ingresos a salarios. Si tomamos como referencia los 391 millones del primer equipo, el porcentaje desciende al 53%. Sea como fuere, estamos hablando de un nivel de salarios totalmente disparado.
Éric García, el central elegido
Por este motivo, la prioridad del Barça de Bartomeu es ahora reducir los sueldos de algunas estrellas entradas en años para dar paso a jóvenes con proyección y fichas mucho más discretas. Además de los citados Rakitic, Suárez y Vidal, también están en la lista de transferibles jugadores como Umtiti, Todibo y Rafinha. Del mismo modo que algunos canteranos que dejarán menos dinero en las arcas, como Miranda y Oriol Busquets, u otros que simplemente podrían salir cedidos (Monchu y Collado).
Ello posibilitaría abordar el fichaje de un nueve y también de un central, la gran necesidad de la plantilla. No se contempla el fichaje de un centrocampista por mucho que se hable de Wijnaldum, mientras que Depay es solo una posibilidad sobre la mesa por si no cuaja la operación Lautaro, que depende de la salida de Suárez. El elegido para la defensa es Éric García pero el Manchester City rechazó la oferta del Barça –8+2 millones de euros– y se descolgó pidiendo 25 millones a pesar de estar en último año de contrato. Lo normal es que lo cumpla y vuelva gratis a casa.
Un lateral, el tercer fichaje (si llega)
Por último, en el club no descartan el fichaje de un lateral. Es la tercera necesidad marcada por la secretaría técnica, toda vez que Wagué y Junior no se consideran suplentes de garantías, mientras que Sergi Roberto es un centrocampista reconvertido a lateral que puede rendir pero no está jugando en su posición natural.
Ante tal situación, al Barça no le queda más que tener paciencia, como la mayoría de grandes clubes europeos. Toca aguantar, cerrar las últimas salidas y solo entonces será momento de plantearse reforzar el equipo con nuevos fichajes.