¿Quién es el topo que genera división en el Barça?

Las palabras de Bartomeu en sus últimas entrevistas destapan un problema interno que se viene cocinando a fuego lento desde hace tiempo. Alguien de dentro del Barça parece conspirar internamente para generar tensión, crispación y, en definitiva, conflicto.

Son muchos episodios los que se han saldado con magnas polémicas originadas en filtraciones. El último, relativo a la rebaja salarial, hizo estallar al vestuario liderado por Leo Messi. El comunicado publicado por todos los jugadores criticaba “las presiones” que sufrieron los futbolistas para aceptar unas medidas que, como informó Culemanía en primicia, ya estaban previamente aceptadas a falta de pactar los términos exactos (70%).

Las conversaciones entre los 19 miembros del primer equipo blaugrana se prolongaron más de lo que algunos esperaban. Mientras el presidente Bartomeu y el CEO Òscar Grau, interlocutores oficiales en la negociación con la plantilla, restaban a la espera, hubo alguien que trasladó esa presión a los jugadores, pasando sin piedad por algunos medios de comunicación.

¿Unidad en la directiva? 

Como suele ocurrir en estos casos, el que lanzó la piedra después escondió la mano. Fuentes de la junta directiva sospechan que la presión vino dada por el comunicado del comité de empresa que “lo publicaron a sabiendas de que se iba a hacer el ERTE y reconociendo que lo tenían que hacer como medida de presión”.

Otra persona de la directiva es contundente al desmentir que haya división dentro de la junta: “Nadie dijo públicamente en las reuniones que le pareciese mal la forma de proceder de los futbolistas con la rebaja salarial y si lo ha dicho luego a los medios sin decirlo en público es que es alguien muy hipócrita y que no va de cara”.

En busca del topo de la junta directiva / EFE

En busca del topo de la junta directiva / EFE

Desde dentro confían en que no hay división interna, pero empiezan a surgir sospechas y hay algunos directivos, cuyos nombres no saldrán a la luz de momento, que tienen más fama de filtradores que otros. Del mismo modo, algunos miembros de la junta han matizado su discurso en los últimos meses y se han vuelto más críticos con la gestión de un Bartomeu que se acerca al final de su convulso mandato con muchos frentes abiertos.

Filtraciones peligrosas e interesadas 

¿Por qué se filtró que Cardoner y Rousaud habían pedido la dimisión de Bartomeu cuando estalló el escándalo de las redes sociales? Ellos, obviamente, lo desmienten. Pero también sus compañeros de junta, que admiten la petición unánime de suspender en funciones a Jaume Masferrer tras destaparse el Barçagate. También desmienten que quieran elecciones anticipadas y abogan por que Bartomeu termine el mandato.

Los ejecutivos tampoco están libres de filtraciones. Abidal es el que más lastimado ha salido. Primero, por su viaje a Doha para seducir a Xavi Hernández antes de fulminar a Valverde y, posteriormente, por el palo descomunal que le pegó Leo Messi. El caso es que el astro argentino mantiene una buena relación con Bartomeu, pero se muestra cada vez más irascible con personas que a nivel interno también tienen dotes de mando.

Guerra de poder 

Las filtraciones también se vivieron durante el pasado verano con el culebrón Neymar, pero en lugar de contribuir a una mayor estabilidad están provocando todo lo contrario. A falta de que se termine la auditoría a Jaume Masferrer, y otras silenciadas y aparcadas como el expediente que se abrió a Manel Arroyo antes de dimitir, Bartomeu debe cazar al topo.

Tal vez el problema sea que a nivel interno hay demasiada gente que quiere mandar en el Barça. Muchos egos, muchos sueldos disparados que se quieren mantener y muchos intereses por salvar el pellejo, aunque sea a costa del de al lado.