¡Cataclismo! El Ajax se mea en el Bernabéu y elimina al Real Madrid de la Champions
Los holandeses dan la estocada definitiva al herido de muerte que dejó el Barça en un lamentable espectáculo que deja muy tocado a Florentino Pérez
5 marzo, 2019 21:48La carta de la Champions era la última de un Real Madrid decadente. Tristes, fundidos, sin alma, los blancos protagonizaron otro ridículo espantoso en el Santiago Bernabéu. Tras los dos batacazos seguidos contra el Barça, el club de Florentino Pérez dijo adiós a su competición fetiche tras ser humillado por el Ajax (1-4).
¡En menos de 20 minutos los holandeses dieron la vuelta a la eliminatoria! Con goles de Ziyech (‘7) y Neres (’19), y comandados por el blaugrana Frenkie de Jong y por un espectacular Tadic, el Ajax se meó en el Bernabéu para hacer bueno el 1-2 que encajaron en el Amsterdam Arena.
Daba vergüenza ajena el lamentable espectáculo ofrecido en el estadio de Chamartín. El rostro de Florentino Pérez, desencajado, era un poema. Tras caer en los dos clásicos para despedirse de dos de los tres títulos que aspiraban a ganar, los de Solari fueron bailados de pies a cabeza y dijeron adiós al tercero, su amada orejuda.
Tadic se deshacía de los jugadores blancos como si estuviese en el patio de colegio y los dos goleadores pudieron marcar otro tanto más cada uno antes de la media hora de juego. Con todo en contra, las cosas todavía podían ir a peor.
Lesiones fruto de una pésima gestión
Lucas Vázquez se lesionó y pidió el cambio. En su lugar entró Gareth Bale entre pitos y abucheos. Un recibimiento ideal para coger confianza, pero bien merecido después de las graves palabras de su agente, Jonathan Barnett, asegurando que la afición del Madrid debería besar los pies a Bale.
Una foto de Vinicius Jr. tras lesionarse ante el Ajax en el Santiago Bernabéu / EFE
Y solo cinco minutos después era la gran esperanza blanca, Vinicius, el que se lesionaba. Entre lágrimas, abandonó el terreno de juego. En su lugar, Asensio.
Aún dieron algún susto más los ajacied, aunque también los blancos protagonizaron alguna tímida llegada ante la desesperación de un Modric todo terreno, un Courtois desencajado y un Kroos totalmente fundido.
Tadic, el héroe serbio
En el segundo tiempo siguió la vacanal del Ajax. Tadic se vistió de héroe para anotar un gol demoledor ('62), imparable para Courtois que ni siquiera el VAR pudo invalidar, por mucho que el árbitro alargó la agonía a la desesperada.
Con 0-3 en el luminoso, los blancos tenían todavía media hora por delante, sumando el tiempo de prolongación, para buscar una remontada heroica. Una gesta épica a la que tantas veces recurieron los blancos en el pasado pero que este curso han olvidado por completo.
Los jugadores del Ajax celebran la victoria ante el Real Madrid en Champions League / EFE
Sin embargo, hubo un momento en que el Bernabéu hizo una última intentona por soñar. Fue con el gol del apartado Marco Asensio ('70). Un tanto que hacía creer en el milagro... y que se esfumó en tan solo dos miserables minutos, cuado Schone anotó el cuarto y definitivo tanto del Ajax ('72) a través de un magistral lanzamiento de falta directa.
Demasiados culpables
Con semejante y escandaloso resultado en el luminoso del Bernabéu, la situación se fue complicando. Los aficionados empezaron a desfilar tremendamente cabreados, decepcionados. Bale se lesionó, otra vez. Nacho se autoexpulsó por doble amarilla en una misma acción, víctima de la impotencia. Y el coleagido apuró los cinco minutos del tiempo de prolongación.
Una foto de Gareth Bale durante un partido del Real Madrid / EFE
Muchas lecturas vienen a la mente tras semejante debacle. Por ejemplo, el desgaste de un once quemado por Solari, que logró su particular triplete de derrotas. El Madrid cayó dolorosamente contra el Barça y llegó fundido, física y mentalmente, al partido contra el Ajax.
O la nefasta actitud de un vestuario crecido, más pendiente de sus guerras internas y externas que de trabajar como verdaderos profesonales –y nada mal pagados por cierto– de un deporte a menudo denostado como es el fútbol. Y, sobre todo, la pésima gestión de Florentino Pérez, con muchas preguntas sin responder desde la marcha de Zidane y Cristiano Ronaldo el pasado verano.