El legado económico de Núñez que Laporta ignora con la reforma del Camp Nou: odiosas comparaciones

Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, sufre por los retrasos en la transformación del Camp Nou. Sabe también que el club deberá devolver los 1.450 millones de euros concedidos por Limak en 30 años. Muy distinta fue la primera ampliación del Camp Nou, con motivo del Mundial de 1982. La primera reforma del estadio, con Josep Lluís Núñez como máximo dirigente, se ejecutó a gran velocidad y fue muy rentable.

La actual transformación del Camp Nou, curiosamente, ya la visualizó Núñez en. 1999. El entonces presidente del Barça presentó un proyecto muy ambicioso, el Barça 2000, que fue rechazado por los vecinos de Les Corts y el Ayuntamiento de Barcelona. Años después, Laporta presentó el proyecto Foster, que costaba 240 millones de euros y fue rechazado por Sandro Rosell.

El proyecto de Bartomeu

Laporta, en 2021, no rechazó el proyecto de Josep Maria Bartomeu y Nikken Sekkei, pero lo cambió casi por completo. Mantuvo la primera grada y derribó la tercera, para construir una totalmente nueva. El precio de las obras se disparó hasta los 960 millones de euros (solo, el Camp Nou) y controvertida ya fue la apuesta por Limak para su ejecución.

En 1980, en cambio, Núñez diseñó una ampliación del Camp Nou que multiplicó los ingresos del club. Con la construcción de la tercera grada, asimétrica, la capacidad del estadio se disparó. Pasó de poder acoger 93.000 espectadores a superar los 115.000. Y la masa social del Barcelona pasó de 75.000 a 110.000 socios. 

Más socios

En los años 80, el Barça tenía 45.000 socios más que el Real Madrid. El dato no es baladí, porque una gran parte de los ingresos de un club procedía de los abonados, de ahí que Núñez, en plena guerra con el eterno rival, declarara: "El Barça puede comprar al Real Madrid, pero el Real Madrid no puede hacer lo mismo con el Barcelona".

Ampliación del Camp Nou en los años 80 Redes

La ampliación de Núñez costó 925 millones de las antiguas pesetas, unos 5,5 millones de euros. En dos años, el club ingresó más de 1.100 millones de pesetas, y también construyó el Miniestadi, con capacidad para 15.000 espectadores.

Los arquitectos

Núñez colocó la primera piedra de la ampliación del estadio del Barça el 23 de julio de 1980. Dos años después, el 24 de agosto de 1982, se daban por terminadas las obras, aunque el Camp Nou acogió cinco partidos del Mundial de España, entre junio y julio. Entre ellos, el encuentro inaugural entre Argentina y Bélgica (0-1) y la semifinal que disputaron Italia y Polonia (2-0).

Josep Lluís Núñez, expresidente del Barça, en una imagen de archivo FCB

Los arquitectos encargados de esta primera ampliación fueron Josep Soteras, Francesc Caballer, Francesc Mitjans, Josep A. Mitjans y Antoni Bernes. En dos años, el Camp Nou creció al mismo ritmo que la masa social barcelonista y Núñez hundió el estadio 12 después, con la conversión de localidades de a pie en asientos. Desde 1994, el Camp Nou tuvo más de 99.000 asientos.

La actual reforma

Hoy, cuatro décadas después, el Camp Nou también está en obras. Vive la mayor transformación de su historia y para el actual presidente, será "la clave de la recuperación económica" de un club que arrastra una deuda bruta superior a los 1.200 millones de euros.

Joan Laporta, presidente del Barça, en un fotomontaje con el nuevo Camp Nou CULEMANÍA

Los avances del engramado del nuevo Camp Nou a mediados de julio de 2025 FCB

El nuevo Camp Nou tendrá 104.600 asientos, todos cubiertos por primera vez, y será un estadio mucho más sostenible y accesible. Contará con 69 ascensores, 78 escaleras mecánicas, un boulevard de 360 grados y 3.000 plazas de aparcamiento. También contará con 7.400 asientos Vip y Laporta estima que el Barça ingresará 350 millones de euros anuales por la explotación de un campo que fue construido en 1957 y que, por fin, se pone al día.

Un render del nuevo Camp Nou con los tres videomarcadores FCB

Así será la nueva cubierta y el 'skywalk' del Spotify Camp Nou reformado Captura FCB

Falta por saber el precio final. También, la duración de las obras. Laporta prometió que el Barça solo jugaría un año en Montjuïc y ya suma dos. Y, tal vez, deberá regresar muy pronto a la montaña olímpica. Su renovación del Camp Nou suscita muchas dudas. Núñez, en cambio, lo tenía todo atado y bien atado.