
Los jugadores del Barça festejan con los culés en Montjuïc el triplete nacional de Liga, Copa y Supercopa FCB
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Campeonó el Barça a la primera oportunidad, que le llegó el jueves en el hostil y estabular RCDE Stadium. Los jugadores se dieron un baño de masas en la rúa por Barcelona el viernes, y ayer despacharon un partido desteñido y marcado por las desatenciones defensivas tras la entrega del trofeo que cierra una temporada casi perfecta en el estreno de Hans-Dieter Flick, Hansi para todos los que le queremos, en el banquillo azulgrana.
Además, el que les escribe, como buen madrileñín de adopción, se fue de puente por San Isidro. Así que vamos con unas clásicas y siempre entretenidas notas de final de temporada, cuya primera parte servirá de preámbulo al inminente y poético pasillo al campeón de Liga, Copa y Supercopa en San Mamés. Hoy: porteros, defensas y pivotes.
MARC-ANDRÉ TER STEGEN - 5 - El capitán arrancó en razonable buena forma, dejó al equipo temblando con su lesión y, una vez recuperado, recorrió todos los podcast de fútbol de Alemania dando fe de que estaba preparado para ser titular de nuevo. Flick no se dio por aludido y mantuvo a Szczesny en los partidos decisivos del año. A estas alturas ya levanta escasas simpatías entre un barcelonismo que nunca lo ha visto como el líder que necesita.
WOJCIECH SZCZESNY - 8,5 - Talismán. Un guardameta retirado que se encontró por casualidad con la insólita oportunidad de integrarse en un equipo efervescente. Su carácter y su experiencia dieron un extraño halo de personalidad a una defensa suicida. Cometió errores, cosechó aciertos y los títulos logrados son tan suyos como de cualquier otro titular habitual. Es díficil saber si es buena idea que renueve o es mejor acometer el reseteo total en la portería. Veremos.
IÑAKI PEÑA - 3 - Tuvo lo que siempre había soñado: la oportunidad de demostrar que podía ser el portero titular del Barça. Fracasó en el intento. Es innecesario hacer sangre con el chaval, dio lo que tenía y llegó hasta donde llegó, que ni mucho menos es poco. No sería raro que descendiera a un nivel del fútbol más acorde con sus capacidades.
JULES KOUNDÉ - 9 - Incombustible, infatigable y mágico en aquella noche sevillana que puso a repicar las campanas de Jerusalén para celebrar el despegue definitivo de un equipo irrepetible. Su desgraciada lesión justo antes de los partidos de la verdad no es la única, pero seguramente sí la razón de mayor peso para que el Barça se quedara a las puertas de su tercer Triplete.
PAU CUBARSÍ - 8,5 - El único borrón destacable de este adolescente prodigioso fue un control que se le marchó largo e hizo soñar a Mbappé con una gloria que, de momento, no ingresará en su cuenta. En su consolidación absoluta en la éllite, Pau ha sabido tamizar aún más una mezcla entre central distribuidor y corrector que, aunque parezca imposible, roza la perfección. A veces pienso que lo lógico sería que empeorara un poco antes de seguir mejorando. Si eso sucede, lo bancaremos igual.
IÑIGO MARTÍNEZ - 8,5 - Le faltan centímetros, le sobran años, pero no cabe duda de que es un león. Vio que a su lado en el centro de la defensa había un chavalín mucho mejor que él, se cagó en la hostia y decidió que juntos lo iban a ganar todo. Estuvo a punto de conseguirlo y será para siempre icono del indómito Barça de Flick.
ALEJANDRO BALDE - 7,5 - Pasó un mes lesionado entre abril y mayo, justo cuando estaba en la plataforma de lanzamiento para pasar de eterna promesa a referente en el lateral zurdo del Barça. Va refinando su juego, mucho más práctico y venenoso que antes, y uno juraría que ya está, muy, muy cerca de dar el saltito de madurez definitivo. Cuando estuvo en plena forma, fue solidísimo, y su gran examen será la temporada que viene.
ÉRIC GARCIA - 6 - Acaba la campaña cosechando elogios por su notable rendimiento como lateral derecho improvisado, pero tres partidos no hacen verano. Tanto el eje de la zaga como en el mediocentro despachó partidos aseados, con pocos errores de bulto para lo que nos tenía acostumbrados. Con viento a favor, pieza útil para el Barça. Si vienen mal dadas, quizá vuelva a quedarse corto como recurso.
RONALD ARAÚJO - 3 - Atolondrado, bizcochón, lastrado por las lesiones y muy alejado de aquella imagen de coloso que recordamos de las recientes vacas flacas azulgranas. El Barça juega a algo que él no sabe hacer. Culparle de la eliminación europea este año es tan lícito como lo fue hacerlo el pasado, ni más ni menos. Yo soy de los que opina que lo suyo hubiera sido que el Inter no metiera tres en la ida. Pero también que el cambio en Milán debió ser Christensen. Es muy fácil imaginárselo marchándose en verano.
ANDREAS CHRISTENSEN - 5 - Se nos había olvidado que era buenísimo, y casi no le ha dado tiempo de recordárnoslo. No puede pasar del aprobado porque una lesión follonera lo dejó en modo Vermaelen durante lo mollar de la temporada. No conozco un solo culé que no quiera que siga.
GERARD MARTÍN - 6,5 - Hay que valorar mucho lo del chaval. Fue señalado como el peor futbolista de la plantilla del Barça prácticamente en su debut, y cuando hubo que tirar de él en Clásicos decisivos y una semifinal de Champions, dio varias asistencias de gol y no desentonó. Dumfries le habría quitado el balón a cualquier otro que no hubiera pegado un pelotazo. Honor.
HÉCTOR FORT - 4,5 - Se quedó al fondo de la rotación, y Flick se ha dado el gusto de cuidarle un poco en los últimos partidos. Aquello de jugar a pierna cambiada en el lateral izquierdo ya no encaja en el nuevo modelo del alemán, pero Héctor sigue evolucionando como central-lateral aseado y, como rubrica su nombre, fortachón. La Masia también es él, y por tanto que sea parte de la plantilla es motivo de orgullo.
MARC CASADÓ - 7 - Hubo un mes en que parecía el mejor centrocampista del mundo, y eso jugando al lado de Pedri no es precisamente fácil. Marc se está quedando calvo y no es ni mucho menos titular indiscutible, pero yo quiero verlo siempre feliz porque es más del Barça que el balón del escudo y ese mes que comentaba moló mil. Niño nuestro para los restos.
MARC BERNAL - 5,5 - Lo recuerdo vagamente, como si fuera un sueño, pero estoy casi seguro de que un chaval espigado y zurdo que jugaba como si fuera hijo de Busquets y sobrino de Edmílson se cascó unos cuantos partidos legendarios con el Barcelona al principio de la temporada. Sigo su recuperación casi tan de cerca como seguí la de Gavi, que ya es decir.
FRENKIE DE JONG - 8 - PODÍAS, ¿EH? SEIS AÑOS AQUÍ, SEIS, Y RESULTA QUE PODÍAS.
[Fin de la primera parte]
P. D. : Nos vemos en Twitter: @juanblaugrana