La prolífica cantera del País Vasco vuelve a estar en el punto de mira del FC Barcelona. No es casualidad que Athletic Club y Real Sociedad se hayan clasificado para la próxima edición de la Europa League. Ese formidable desempeño se ha personificado en figuras de la selección española como Nico Williams y Mikel Merino. Ambas estrellas, nacidas en Pamplona, son objeto de deseo de Deco, director deportivo del Barça. El navío barcelonista vuelve a surcar el mar Cantábrico para pescar en Lezama y Zubieta.
Euskadi está de moda y marca el camino del próximo mercado de fichajes estival del Barça para la construcción de un nuevo Dream Team. La escuela vasca ya integró la columna vertebral del Barça ganador de la primera Champions League en 1992 con Andoni Zubizarreta, José Mari Bakero, Julio Salinas, Jon Andoni Gikoetxea, José Ramón Alexanco y Txiki Begiristain. En el siglo XX, el Athletic conquistó 8 Ligas y 24 Copas del Rey. Los leones eran un rival a batir, por momentos, incluso superior a Barça y Real Madrid. También la Real Sociedad, vencedora de las Ligas 80-81 y 81-82.
Los primeros fichajes
De ahí que el club catalán en los años 80 se reforzara bajo la presidencia de Josep Lluís Núñez con figuras destacadas de la Real y el Athletic. En el caso de San Mamés, José Landazabal inauguró el historial de traspasos rumbo a Les Corts en 1918, con un breve paso por el Canadienses FC antes de vestir de azulgrana. Manuel Vidal siguió sus pasos en 1928.
En los años 30, el Athletic sumó sus primeros entorchados ligueros. Hasta el estallido de la Guerra Civil, en Bilbao habían monopolizado las primeras temporadas de la competición doméstica con alirones en 1930, 31, 34 y 36. En la temporada 1937-38, en pleno conflicto armado, Gerardo Bilbao --nacido en Caracas-- fichó por el Barça para la disputa de la Lliga Catalana y el Campionat de Catalunya. En 1941, Luis Zabala también se mudó de Euskadi a la capital catalana, donde permaneció dos años.
La 'Tribuna Garay'
Inmersos en la dictadura del Franquismo, Jaime Escudero recaló en el Barça en 1950. Ese mismo año, el central Jesús Garay se incorporó al Athletic Club. Una década más tarde, el club vasco sacrificó a su baluarte defensivo para costear la construcción de la Tribuna Norte del estadio de San Mamés.
El propio jugador quería permanecer en Lezama. En honor a los seis millones ingresados por su traspaso, imprescindibles para financiar las obras, bautizaron la nueva grada como la Tribuna Garay.
Alexanko y el 'Motín del Hesperia'
Transcurrieron más de dos décadas hasta que los refuerzos de procedencia vasca se convirtieron en el eje de la planificación deportiva barcelonista. En los años 80, el Athletic irrumpió con fuerza mediante la conquista de la Liga 1982-83 y el doblete Liga y Copa de la campaña 83-84. Precisamente, los leones habían recogido el testigo de la Real Sociedad, vencedora liguera en 1981 y 1982.
José Ramón Alexanko inició un nuevo éxodo con destino Barcelona en 1980. El legendario defensa vistió de color azulgrana hasta 1993. Con esto, su estancia en can Barça corrió serio peligro tras sublevarse contra el presidente Núñez en 1988. El empresario constructor resistió estoico, dio marcha atrás con la contratación del técnico Javier Clemente y firmó a Johan Cruyff. Alexanko se salvó de la quema de 14 despidos. Otro pilar como Andoni Zubizarreta, aterrizado en 1986 procedente del Athletic, también pasó el corte de 10 futbolistas.
La generación del 'Dream Team'
El mismo año del conocido como el Motín del Hesperia, el presidente de la entidad catalana trajo a tres fichajes de la Real Sociedad de golpe: José Mari Bakero, Txiki Begiristain y Luis María López Rekarte. Lo cierto es que fueron contrataciones en la agenda de Clemente. Salvo el tercero, que se marchó en 1991, los dos primeros tocaron el cielo de Wembley en 1992. Aquel verano también recaló en el Camp Nou Julio Salinas, procedente del Atlético de Madrid, pero curtido en las inferiores del Athletic.
En 1990, Jon Andoni Goikoetxea completó la sobresaliente hornada vasca trasladada a Barcelona. Una generación de oro que alcanzó el estrellato en la final de la Champions de 1992, con un zurriagazo de Ronald Koeman ante la Sampdoria (0-1). El ciclo ganador llegó a su fin en 1994 con la fatídica derrota europea a manos del Milan (4-9)
Nueva generación para ilusionarse
Salvando las distancias, 30 años más tarde, el Barça mira nuevamente con buenos ojos hacia Lezama y Zubieta. Claudio Bravo fue la última contratación exitosa, una institución bajo los palos de Anoeta hasta su traspaso en 2014. Iñigo Martínez no ha cuajado con continuidad, pero igualmente ha brindado un fútbol notable cuando Xavi Hernández lo ha requerido en la temporada 2023-24. El técnico de Terrassa también se obsesionó con el fichaje de Martín Zubimendi, internacional con la selección española al que quería convertir en el heredero de Sergio Busquets.
Ahora, bajo la batuta de Hansi Flick, el FC Barcelona quiere recurrir a un sector del mercado bueno, bonito y barato. Si Mikel Merino y Nico Williams jugasen en la Premier League, sus respectivos precios de salida tendrían que duplicarse. El mediocentro realista cuesta unos 20 millones de euros a un solo año de expirar su contrato. Por su parte, el habilidoso extremo tiene una cláusula de rescisión de 58 millones. Dos refuerzos para construir y volver a ilusionar a la parroquia culé.