La Supercopa de España es un torneo menor. O, al menos, lo era con el formato anterior. Ahora, con cuatro equipos que se enfrentan en Arabia Saudí, se ha convertido en un título con más prestigio y, ocasionalmente, con un gran impacto en el futuro inmediato del Barça. Pasó la temporada pasada, cuando el equipo de Xavi destrozó al Real Madrid, y, sobre todo, pasó en 2020, cuando el expresidente Josep Maria Bartomeu se cargó a Ernesto Valverde.
El 9 de enero de enero de 2020, Bartomeu estaba nervioso. Tenía malas sensaciones. El Barça solo había empatado en el campo del Espanyol (2-2) cinco días antes y el expresidente no estaba satisfecho con la gestión de Valverde, a quien le salvó la cabeza al acabar la temporada anterior.
Un partido con alternativas
El Barça se enfrentaba ese día al Atlético de Madrid. Los futbolistas sabían que los directivos no estaban contentos con Valverde. El escenario no era del agrado de Leo Messi, quien siempre defendió al técnico extremeño.
El Atlético marcó primero, pero el Barça reaccionó. El equipo azulgrana fue mejor que su rival, con un Messi muy activo y autor del gol del empate. Luego marcó Griezmann para los barcelonistas y el árbitro anuló un gol a Piqué por fuera de juego de Arturo Vidal.
El relevo, preparado
El Barça parecía tener el partido controlado, pero dos goles del Atlético de Madrid en los últimos 10 minutos tuvieron un efecto devastador para el equipo y para Valverde, que fue despedido.
Óscar Grau y Eric Abidal ya habían preparado el relevo. El club sondeó a Xavi y a Koeman, pero ambos rechazaron la oferta del club. La solución de emergencia fue Quique Setién. "Ayer estaba paseando con las vacas y hoy entreno al Barça", comentó el técnico cántabro a su llegada al Barça.
Fin de curso horrible
El cambio no gustó a Messi. Tampoco a Luis Suárez. Con Setién las cosas fueron de mal en peor y el Barça perdió la Liga y fue humillado por el Bayern de Múnich en la Champions. Ese 2-8 fue el principio del fin de Bartomeu. Un año más estuvo Messi en club, sentenciado finalmente por Laporta. Ahora, la Supercopa examinará al Barça de Xavi, en horas bajas.