El primer museo del Barça estaba en una tienda de muebles junto a la plaza Catalunya de Barcelona
Un establecimiento de venta de ropa ocupa ahora el lugar en el que el club expuso sus primeros trofeos y banderas
22 diciembre, 2023 23:23Noticias relacionadas
El museo del Barça –hoy reubicado mientras concluyen las obras del Camp Nou–, inaugurado en 1984, ocupa 3.500 metros cuadrados donde se exponen multitud de copas y trofeos conseguidos por las diferentes secciones del club desde su fundación, en 1899, así como carnés, indumentaria deportiva, fotografías y un sinfín de objetos y documentos que hacen las delicias de los culés.
Lo que pocos conocen es que el primer museo del Barça estuvo en el escaparate de una tienda de muebles de la calle Pelai de Barcelona, junto a la plaza Catalunya. Allí, en 1911 y de forma temporal, el club expuso las banderas que le había regalado un socio y los trofeos que el equipo de fútbol había conquistado hasta el momento –apenas seis Campeonatos de Cataluña, una Copa y dos Copas de los Pirineos–.
Thonet Hermanos
Aquel lugar, ubicado en la calle Pelai, 40, esquina con Jovellanos, lo ocupa hoy una tienda de ropa. Antaño, no obstante, allí se encontraba el negocio Thonet Hermanos, de venta de muebles de Viena (de madera curvada), que se instaló en ese lugar a finales del siglo XIX.
Los Thonet eran hijos de Michael Thonet, un diseñador de muebles pionero y creador de las técnicas del curvado de la madera —especialmente célebres eran sus sillas—. Tal vez, quién sabe, este museo azulgrana formaba parte de las originales técnicas de publicidad y reclamo que los Thonet utilizaban para atraer clientes.
Cambio de propiedad
La guerra mundial (que interrumpió las importaciones), las nuevas tendencias y la irrupción de otros muebles curvados, como el valenciano, llevaron a los Thonet a incluir en su catálogo productos de otros fabricantes, así como muebles modernistas o historicistas, y Thonet Hermanos pasó simplemente a ser Thonet, una sociedad por acciones.
Poco después, cumplido ya el primer cuarto del siglo XX, el negocio pasó a manos de la familia Castelltort, que también vendía muebles.