El precioso (aunque infructuoso) gol que Messi marcó a balón parado, desde larga distancia, en la ida de las semifinales de la Champions al Liverpool fue suerte. No lo digo yo, lo dice el mejor jugador de la historia: “La busqué y tuve la suerte de que entrara por ahí”. Era el 600 de su carrera. No es la primera vez que se pronuncia así, él que siempre ha priorizado los éxitos colectivos a los individuales (aunque sin sus éxitos individuales no se entenderían los triunfos colectivos de la mejor década de la historia del club).
Hasta que llegó Messi, el mejor jugador de la historia del club fue, en opinión de los aficionados, Ladislao Kubala. Con él, el equipo azulgrana ganó un 44% de los torneos que disputó, como vimos en el artículo ¿Ha desaprovechado el Barça la era Messi? Aquel Barcelona fue el primero que echó de la Copa de Europa al Madrid, el Madrid de su amigo Di Stéfano. Laszlo anotó con la zamarra blaugrana 194 goles, 0,75 por partido. No fueron pocas las ocasiones en las que asumió que sus dianas eran fruto de la “suerte”.
Para los dos, sin embargo, la suerte (o el destino) ha sido su destreza con el balón en los pies y el buen ojo del Barça. De no ser por el fútbol, quién sabe cómo habrían acabado. Kubala se sirvió de la pelota para huir de su país, Hungría, tras la invasión soviética. Y el exilio fue su única salida para encontrar un futuro mejor. En cuanto a Messi, un muy mal estudiante, encontró en el club la financiación de su tratamiento de crecimiento, que su familia ya no podía pagar. El deporte le ha dado una vida que no podía imaginar.
Y, hablando de suerte, quienes sí se sienten afortunados son los que los han visto jugar. En el caso de Messi, es posible que nadie disfrute de algo igual en muchas décadas (si es que aparece otro crack como él; ¿tal vez un robot?). La lista de proezas es larguísima, así que vamos a seleccionar las más llamativas: máximo goleador histórico de la Liga (y del Barça); pichichi con más goles, 50 (2011-12); lleva diez temporadas consecutivas marcando 40 o más goles; jugador con más dobletes y hat-tricks, y goles de falta directa en España; máximo goleador de la historia del clásico (26); nadie ha ganado tantas ligas en el Barcelona (10), ni tantos títulos en total como azulgrana (34)… y sigue, y sigue.