La fiesta en Barcelona de los jugadores del Ajax con los del Espanyol

En estos momentos a los jugadores del RCD Espanyol no le importan los comentarios de Gerard Piqué. Están eufóricos y felices por el último logro del club. La temporada 2018/2019 ha finalizado con alegrías para unos y disgustos para otros. El Barça se llevó la Liga a 19 puntos de su eterno rival, el Real Madrid, que ha firmado el peor año de su historia. Séptimos en la lista se colocaron los pericos y aunque no ganaron este resultado les da un merecido premio. Podrán participar en la próxima Europa League, aunque para ello deberán superar tres fases previas. 

La gran fiesta del RCD Espanyol 

La gran fiesta empezó con una comida en un restaurante de Castelldefels con toda la plantilla del club y su presidente, el empresario chino Chen Yansheng. La fiesta continuó en el Nuba, restaurante ubicado en el exclusivo barrio de Sarrià Sant Gervasi, propiedad del directivo del Barça Javier Bordas, por ello es normal ver muy a menudo a algunos jugadores del club azulgrana. Uno de los clientes más recurrentes son Denis Suárez y su pareja Nadia Avilés. Los jóvenes pasan la mayor parte de su tiempo en Barcelona tras la lesión del jugador. 

Y para terminar se dejaron ver por Sutton, uno de los clubs más exclusivos del mundo ubicado en la zona alta de Barcelona. Es famoso por sus fiestas, el ambiente y por las prestigiosas personalidades que se dejan ver por el local para tomar una copa. Entre ellos futbolistas, tanto en activo como retirados. Por este club u Opium, también propiedad de Javier Bordas, se ha dejado ver Coutinho con sus exclusivas fiestas o la mismísima María Teresa Matus. 

Los del Ajax de fiesta en Barcelona

Esa misma noche Sutton se llenó de futbolistas. En esos metros cuadrados también estaban de celebración los jugadores del Ajax de Ámsterdam. La plantilla estuvo de expedición por Barcelona tras celebrar por todo lo alto sus dos victorias, Liga y Copa. No importa que se le haya resistido la Champions en el último momento. El Tottenham les sacó de la competición en el último minuto de partido. 

Mientras el resto de la plantilla regresó a su casa, Frenkie de Jong y su pareja, Mikky Kiemeney, se quedaron unos días más en la ciudad para acabar de descubrir los rincones que esconde. En un par de meses estarán instalados definitivamente.