Voy a empezar con aquella frase que tanta rabia me da, pero que me va perfecta para la ocasión: “Sergi Roberto es ADN Barça”. Con el paso del tiempo, he llegado a la conclusión que tener el ADN no pasa por jugar con un estilo u otro, sino por saber entender el club. Y Sergi Roberto entiende la casa.
Para jugar en el Barcelona no todo el mundo sirve, pero para convivir con él y su entorno, todavía menos. Es complejo. Igual que el Real Madrid, está demasiado arraigado a su historia, y si se conoce desde la Masia se pueden entender muchas cosas. A Sergi Roberto le pasa exactamente esto. Se crió en Reus, pero conoce “la cocina” del club, su infancia y adolescencia se han desarrollado dentro de él, y sabe como culé, lo que debe hacer para continuar.
Su renovación exprés se dio después de la famosa remontada contra el PSG del año 2017. Con el gol final que marcó el mítico 6-1, se ganó el crédito para seguir en el primer equipo y, aunque nunca ha llegado a entrar en el selecto club de vaca sagrada, supo jugar muy bien sus cartas para no vivir de un simple minuto de gloria.
Con la crisis posterior, su continuidad empezó a cuestionarse. Los Koeman o Valverde de turno no ayudaron, pero tampoco la poca proximidad con la directiva de Josep Maria Bartomeu, aunque siempre mantuvieron actitudes más que cordiales. En paralelo, supo ganarse la confianza de Leo Messi, obviamente de Gerard Piqué, pero también de Frenkie de Jong. La baza de llevarse bien con perfiles y grupos tan diferentes dentro del vestuario lo han convertido en una cara amable. Y este detalle, en momentos dudosos, le ha permitido aferrarse al club de su vida. A su esposa, Coral Simanovich, tanto la ves a la fiesta de aniversario de Antonella Rocuzzo, como de shopping con el grupo europeo del equipo o cenando con la esposa de Jordi Alba.
Pero, por encima de todo, Sergi Roberto ha contado con un gran avalador dentro de la Junta Directiva actual del Barcelona: Rafa Yuste, el actual vicepresidente del área deportiva. No ha hecho falta llegar al Clásico para firmar su renovación hasta 2024, con la opción de otro año más en función de variables. Yuste lleva desde septiembre remando a favor por su proximidad y por su apuesta personal. Y todo ello, también lo ha sabido trasladar a Xavi. Al míster no le hacía falta que nadie lo convenciera, pero ha ido de la mano con la junta para callar bocas ante las dudas que, en ciertos momentos, ha generado. Sergi Roberto es versátil, listo y está bien asesorado. Ir de la mano con todos los estamentos del club también le permite brillar en Clásicos como el de domingo pasado.