“No das ni una”, esa es la frase que me soltó hace unas semanas un Riqui Puig molesto, seguramente, por relatar su falta de concentración y cómo ha llegado a tener tantas oportunidades en el primer equipo, pese a no merecerlas. Aquel mensaje que me escribió a través Twitter, por cierto con faltas de ortografía incluidas y posteriormente borrado por él mismo, me viene como anillo al dedo para tirar de hemeroteca en otro tema que hace demasiado tiempo que vengo advirtiendo: Ansu Fati nunca podrá ser un número uno por una lesión crónica fruto de un conjunto de fatalidades y mala suerte en su recuperación.
Por este mensaje lanzado hace meses desde esta columna, también me aparecieron como champiñones muchos Riqui Puig de turno diciéndome que “no daba ni una”. Bien, las últimas informaciones que circulan sobre el caso confirman lo que dije. Hay una alerta máxima, él no se recupera y el buen olfato del nuevo equipo médico del club no puede hacer milagros tal como le llegó el pobre jugador con un estado ya demasiado irreparable y dejado en el tiempo. Pero no me venderé de lo que escribí un buen día. Miremos adelante. Por eso, hoy, avanzo en el caso Ansu Fati.
Es en esta nueva entrega donde entra la operación Robert Lewandowski. El veterano jugador se concibió como un recambio para Ansu Fati. Por eso era tan necesario tener una figura de primera categoría para salir, no de titular en todos los partidos, pero sí en un gran número donde Ansu Fati no pudiera estar compitiendo. Porque, también como ya dije, la carrera de Ansu Fati siempre será intermitente.
En ella debe haber un talento de la talla de Lewandowski que ya le esté bien no ser el protagonista de todos los 90 minutos disputados, pero a la vez tenga el nivel de un súper crack a la altura de lo que es Ansu Fati… Cuando su lesión le permite. El problema de todo ello es que el fichaje se ha entorpecido en las últimas horas y veremos si aquello que estaba tan bien ligado, no se cae de golpe.
Sea como sea, el proyecto gira en esta idea y será difícil configurar un puzzle tan específico como el que necesita el Barcelona si quiere seguir apostando por la esperanza llamada Ansu. Ánimo si me estás leyendo, eres un crack dentro y fuera del vestuario. Un día tendrás que contarnos la paciencia y el buen carácter que has tenido en todo ello.