Plebiscito a Griezmann. Casi parece más importante conocer el veredicto del Camp Nou sobre el delantero francés que los tres puntos que hay en juego, vitales para decidir el título de Liga.
No debemos confundir las prioridades. El Barça y la afición tienen que pensar por encima de todo en lograr una victoria que sirva para dejar amarrada y casi sentenciada la 26ª Liga del Barça. Pero ello no es incompatible con brindar una pitada atronadora a Griezmann, al contrario de lo que pidió Valverde en rueda de prensa.
Los rumores sobre sus ofrecimientos para fichar por el Barça no dejan de sonar en las últimas horas. Diversos medios han contado que Griezmann habría confirmado a Eric Abidal que dirá "sí" al Barça si el club azulgrana se dispone a pagar la cláusula de rescisión, que será de 120 millones de euros a partir del 1 de julio.
Quizá por ello Valverde no quiera un juicio público en el Camp Nou. Quizá por este motivo podría ser que tampoco lo quiera la directiva, aunque desde el club mandan una versión oficial inapelable desde distintos frentes: "Ahora estamos centrados en la temporada, nos lo jugamos todo, no pensamos en fichajes".
El caso es que, como dijo el sabio Charly Rexach, hay trenes que solamente pasan una vez en la vida. Y Griezmann perdió el suyo. Antepuso el dinero al proyecto deportivo del Barça. Tomó su Decisión.
Pero también quebró un compromiso verbal que existía con el club. Todo el mundo le había dado la bienvenida. Incluso Leo Messi y Luis Suárez se mojaron púlicamente por él. Todos fueron traicionados.
No importa que ahora elija a Messi y no a Cristiano para su videojuego de la PlayStation. No importa que haga guiños por doquier. El Barça no es para traidores.
Aquí queremos a jugadores que se mueran por vestir estos colores, como está demostrando el joven Malcom, que lloró con su primer gol de azulgrana ante el Inter; que pese a las pocas oportunidades que tiene, se deja la piel por seguir jugando para el Barça. Y siempre con la mejor cara.
Neymar también antepuso el dinero al proyecto deportivo del Barça. Precisamente, este viernes trascendió un nuevo vídeo en el que Neymar ratifica lo que todo el mundo sabe: que echa de menos el Barça. Echa de menos a sus compañeros. Echa de menos jugar al lado de Messi.
“Las temporadas en Catalunya fueron geniales, fuimos un excelente equipo dentro y fuera del campo. La relación entre todos nosotros era especial”, confesó el carioca, recordando especialmente su buena conexión con Suárez y Messi. “Extraño esos momentos”, zanjó.
Lo mismo ha dicho su amigo, el también exazulgrana Adriano: "Todos los que hemos estado en el Barcelona y salimos nos arrepentimos y él (por Neymar) creo que aún más".
Una foto de Neymar Jr. y Nasser Al-Khelaïfi durante la presentación del jugador / EFE
Pero el astro brasileño también perdió su tren. Las cosas no le han ido mejor en el PSG, más bien, todo lo contrario. Sin embargo, en Barcelona pareció un cisma su salida, y en cambio el club respondió de maravilla a la traición. El club se levantó, y de qué manera, para seguir mandando en los despachos y en los terrenos de juego. Y hoy, vuelve a competir por el triplete. El tercer triplete de la historia culé.
Todo esto demuestra que el club siempre está por encima de los jugadores. El equipo, por encima de las individualidades. Y, por si no había quedado claro, el Barça no es para traidores. Este sábado lo demostrará la afición.