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Joan Laporta abraza a Leo Messi tras la final de la última Copa del Rey que ganó el Barça en 2021 / EFE

Joan Laporta abraza a Leo Messi tras la final de la última Copa del Rey que ganó el Barça en 2021 / EFE

Hablemos del Barça

Laporta empeora la relación con Messi

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El mejor jugador de la historia se cuela de madrugada en el remodelado Camp Nou a espaldas del presidente que le hizo llorar, echándole por la puerta de atrás, y lanza un mensaje de querer volver al club de su corazón, al que lideró en la etapa más exitosa de toda la historia de la entidad

Inmediatamente, el barcelonismo, con la herida todavía abierta al no haberse podido despedir de su hijo pródigo, sueña con un last dance, un último baile, con unos últimos 6 meses vestido de blaugrana para que pueda preparar su último Mundial, y de paso, reconciliarse con su club y cerrar el círculo. Si el Barça rescató a un portero que estaba medio jubilado y tiene a un delantero de 37 años, ¿No le puede hacer hueco al mejor jugador de la historia del club para juntarlo con Lamine Yamal y Raphinha, y, a la vez, ser un gran reclamo para llenar el remodelado Camp Nou?

Al presidente, Joan Laporta, en un error de comunicación garrafal, no se le ocurre nada más que aparecer en Catalunya Radio y, en lugar de lanzar un mensaje conciliador, empeora las cosas con Leo. No solo no le abre las puertas del club, sino que se las cierra definitivamente. Descarta que Messi pueda volver a vestir de azulgrana, haciendo añicos el sueño húmedo de muchos barcelonistas, y tampoco dice nada de que le gustaría que en un futuro Leo fuera ejecutivo o directivo, que estuviera vinculado al Barça de alguna forma. Nada, de nada. Desprecio absoluto hacia el símbolo del barcelonismo.

Laporta solo dijo que le gustaría reinaugurar el estadio con un partido de homenaje a Leo, como si solo quisiera utilizarle como reclamo y para sacarse la losa que lleva encima de haber pasado a la historia como el presidente del Barça que echó al mejor jugador del club cuando él quería renovar para retirarse de azulgrana.

En su desafortunada aparición, Laporta reconoce que no sabía que Leo iría al Camp Nou y que le cogió por sorpresa. Es decir, que Messi no contó con él para entrar en la casa de todos los culés y hacer el gran acto de barcelonismo de prometer amor eterno. Entrar, fotografiarse y publicar sin el consentimiento de Laporta, quien no ha parado de maltratarle desde que ha vuelto es un bofetón con la mano abierta para un presidente autócrata, al que le gusta manipular y teledirigir todo.

Pero es que, además, Laporta sale para admitir que la relación con Leo está rota. Innecesario, seguir hurgando en la herida. Y más que lo estará, si en lugar de buscar la conciliación le cierra las puertas definitivamente, como ha hecho en Catalunya Radio. Imposible encontrar un presidente del Barça que haya maltratado tanto a las auténticas leyendas del club en tan poco tiempo, atentando contra el patrimonio sentimental de los culés.