El FC Barcelona ha hecho una muy buena temporada en lo que respecta al primer equipo, que consiguió el triplete nacional: Liga, Copa y Supercopa. Hemos repetido hasta la saciedad que el fichaje de Hansi Flick ha resultado ser un acierto de Joan Laporta, que ha sabido aprovechar la gran herencia recibida en forma de jugadores de la cantera, captados y formados durante el anterior mandato, como Cubarsí, Balde, Gavi, Lamine Yamal, Casadó, además del mejor centrocampista del mundo, Pedri, después de haberse gastado más de 350 millones en 28 fichajes, la mayoría de los cuales fracasaron.

Dicho esto, hay que abrir el foco para evaluar la gestión del club y, ahí, Laporta sale muy señalado. En primer lugar, el Laportismo, mediático y social, tiene la habilidad de situar siempre a Laporta como el principal responsable de los éxitos, como esta temporada, y, en cambio, le sacan de la foto en las derrotas para que siempre salga indemne. Un claro ejemplo, es que si el Barça no está en el Mundial de clubes es, simplemente, porque se lo ha impedido la errática gestión deportiva y los pésimos resultados obtenidos en la Champions en las últimas cinco temporadas con Laporta de presidente. Antes de su vuelta a la presidencia, el Barça, con Rosell y Bartomeu, no bajó nunca de los 3 primeros puestos del ranking UEFA, mientras que el año pasado, con Laporta, el Barça cayó al puesto 18 por sus malos resultados en el último lustro, en el que hasta sufrió dos eliminaciones en la Europa League, la segunda división europea. Y eso en la época en la que la directiva hizo una venta masiva de activos futuros por valor de 1000 millones de euros con las mal llamadas palancas, en teoría para formar un equipo llamado a arrasar en Europa.

Otro de los déficits que hay que apuntarle al presidente, que lleva el club como una empresa familiar, es su gestión económica. Después de cinco años en los que se ha vendido las joyas de la abuela, el apartamento de Palamós y las acciones que tenía en bolsa, el Barça sigue teniendo patrimonio neto negativo, se ha incrementado la deuda, la suma de los ejercicios sigue dando pérdidas y el club continúa teniendo problemas para inscribir a sus jugadores.

Además, las constantes irregularidades cometidas le están suponiendo sanciones al club. La UEFA ya impuso una multa de medio millón de euros y ahora el club se expone a una segunda sanción que podría conllevar restricciones para inscribir jugadores en Champions, pérdida de puntos y una fuerte multa económica por tratar de engañar al organismo europeo del control económico contabilizándose las palancas como “otros ingresos operacionales ordinarios”. Y la maquinaria mediática laportista ya se ha encargado de venderlo como un éxito porque, han contado que la multa iba a ser de 60 millones de euros y al, aparecer, al final, podría ser de 15 millones. Son tan buenos que al final recibir una sanción se vende como una gran gestión. Si la directiva les exigía a los socios de la grada de animación que pagaran los 21.000 euros de sanción de su bolsillo, ¿Quiere decir que ahora los directivos pagarán los 15 millones de sanción al club de su bolsillo?

Lo mismo pasó con Vitor Roque. Fue un fichaje sospechoso y ruinoso que al final vendieron como una buena gestión porque al cabo de un año de resultar un fracaso deportivo vendieron que se había recuperado la inversión. Otra mentira. Y de las gordas. Mientras el club perdió muchísimos millones, alguien salió muy beneficiado. Y la prueba es que el Barça solo va a recibir 3,6 millones por la venta de Abde que el Betis hará al Como de Cesc Fábregas. Porque el Barça, que poseía el 50% de los derechos del extremo fichado en la época de Ramón Planes, tuvo que regalarle el 30% al Betis que, disfrutó a Roque cedido y, encima, se ganó ese porcentaje de propiedad de Abde, porque el Barça quiso recuperarlo antes de tiempo para devolverlo a Brasil.

Y si miramos el resto de áreas deportivas del club, la gestión también deja mucho que desear. El Barça B ha sido un desastre y ha terminado por descender a 2ª RFEF, es decir, la cuarta división, cuando el objetivo era que ascendiera a la 2ª división. La prueba de que se está destrozando la cantera. La sección de baloncesto es otro despropósito. Cuando llegó esta junta, había el mejor jugador y el mejor entrenador de Europa, Mirotic y Jasikevicius, y ahora se suman 2 temporadas sin ningún título. Hacía más de 30 años que no sucedía eso, la última vez que se encadenaron dos campañas en blanco fue en 1993. Y el resto de secciones, además de la del baloncesto, también han bajado mucho su competitividad, el ejemplo es el fútbol sala que este año no ha jugado ni la Champions o el equipo de hockey patines, que esta temporada fue eliminado de la Champions League antes de llegar a cuartos de final. Solo la de balonmano sigue con opciones de ganar la Copa de Europa.

Es decir, que cuando el Barça gana aparece Laporta en el foco y cuando la cosa no funciona se da la sensación que él no tienen nada que ver. Siempre gana, incluso cuando el Barça pierde.