Seguramente a muchos de ustedes no les suene el nombre de Toni Tapalovic. Y es que este croata, de 44 años, aterrizó en el FC Barcelona prácticamente de tapadillo, de la mano de Hansi Flick. Su figura pasó desapercibida dentro del pequeño círculo de personas que acompañaron al técnico alemán en su aventura blaugrana. Y aún más cuando en su curriculum se le etiquetaba como entrenador de porteros, cargo ya cubierto en el club por José Ramón de la Fuente - más conocido como 'Dela'-, apadrinado por Marc André Ter Stegen, con el que le une un vínculo muy especial.
Con estos antecedentes, parecía sobre el papel que Tapalovic tendría un rol muy secundario dentro del staff, aunque el hecho de que Flick exigiera su presencia, pese a estar ocupado el cargo de técnico de porteros, ya presagiaba que le tenía guardado una responsabilidad relevante dentro de la estructura.
Y así ha sido. En esta primera temporada, Tapalovic se ha convertido en una especie de policía malo del staff: exigente en los entrenamientos, aprieta sin descanso, supervisa todos los ejercicios y está siempre al quite de todo lo que ocurre dentro y fuera del vestuario. Y, como buen croata, su afán competitivo está fuera de toda duda. 
De sus muchos años en el mundo del fútbol -su paso como portero profesional fue más bien discreto-, destaca por encima de todo su estancia en el Bayern de Múnich, donde estuvo, nada más y nada menos, ejerciendo de entrenador de porteros durante 12 años (2011/23). Tiempo que le sirvió para forjar una gran amistad con Manuel Neuer, uno de los mejores guardametas que ha dado el fútbol alemán. Una amistad que sigue siendo inquebrantable, si bien ahora desde la distancia.
Esta relación ha abierto muchas especulaciones dentro del vestuario en las últimas semanas, sobre todo tras filtrarse que el club quería fichar al meta del Espanyol, Joan García, este mismo verano. La llegada del portero catalán abriría las puertas de par en par no sólo a Iñaki Peña, sino también a Ter Stegen, y más aún si se confirma que Wojciech Szczesny podría renovar un año más. 
Bajo este contexto no es de extrañar que redoblen más que nunca los tambores de guerra, señalando a Tapalovic como el artífice en la sombra de este golpe de Estado al capitán del primer equipo. Y es que a nadie se le escapa que la relación entre Neuer y Ter Stegen ha sido más bien tortuosa y con muchas aristas, y más aún desde que ambos se disputan una plaza bajo los palos de la Mannschaft.
Otra cosa es saber qué camino acabará tomando Ter Stegen, recién salido de una grave lesión en el tendón rotuliano de la rodilla derecha, y con contrato en vigor hasta el 2028. Sea como fuere, se prevé un culebrón que ni el guionista venezolano más descarriado podría elocubrar.