Ya nos lo recordaba Marc Casadó en su última entrevista en el pódcast de La Sotana: los jugadores cobran dos veces al año, diciembre y junio, y este mes será por la puerta grande. Así es. Más allá del salario y las condiciones marcadas a nivel individual con cada jugador, existen las primas.
Estas cláusulas siempre son innegociables, pero en la cantidad está la diferencia. Las primas que han ganado los jugadores azulgranas para los títulos de La Liga y la Copa del Rey son cantidades ingentes. Por todo ello están tan contentos. Pero la realidad es otra: el Barça ha perdido dinero con estos dos títulos. El Barça ha gastado más de lo que ha ganado a base de cumplir con unas primas a los jugadores que emanan de épocas anteriores, muy alejadas de la realidad económica actual.
Uno de los temas que debe abordar y seguro que lo hace el presidente Joan Laporta es replantear este extra para un club que, ahora mismo, es más de los creditores que de los socios. La realidad va, por un lado, y las expectativas de los jugadores, por otro. Lo mismo pasa con las fichas salariales. Por ejemplo, Frenkie de Jong lo ha entendido y seguirá porque se rebajará los privilegios que le venían dados de la época de Josep Maria Bartomeu. Lo mismo debe pasar con Ter Stegen. Y, si no, ya sabe dónde está la puerta de salida del club.
La evidencia también nos lleva a otra conclusión: la pelota es capaz de taparlo todo. Pero hasta un límite, hasta el punto en que todo pete. De todo ello, de primas y fichas, se deberá hablar un día seriamente. Antes que sea demasiado tarde. Y, en el pack, también podemos añadir el detalle del nuevo contrato de Lamine Yamal. Aunque, esto, mejor dejarlo para otro día...