Tal vez conseguir un empate a tres contra el Inter de Milán no era el resultado soñado antes de empezar el partido, pero deja muy claro que este equipo no tiene miedo a nada ni a nadie.

Toca aprender de ciertos errores antes de la vuelta, principalmente en el aspecto defensivo del colectivo, ya que un gol nada más iniciar el partido condicionó el encuentro y más cuando se concede de forma fácil, pero hay que reconocer que el conjunto de Hansi Flick no se asusta en ningún momento y no deja de creer en sus opciones.

Un equipo que quiera hacer historia siempre tiene que tener un punto de locura, de no saber donde está el peligro y al que le da igual encajar porque sabe que podrá darle la vuelta sea cual sea el resultado, y este equipo lo tiene.

Milán dictará la sentencia definitiva en un ambiente muy hostil y ante un Inter crecido después de su buena actuación en Montjuïc, aunque la ida terminara con un combate nulo, ya que al no contar los goles en campo contrario este 3-3 pesa lo mismo que un 0-0.

Justamente esta falta de miedo que tiene el conjunto blaugrana es lo que le hace realmente peligroso en la vuelta; la juventud de este equipo y la falta de cálculo o conocimiento los vuelve altamente peligrosos, no tienen ningún tipo de miedo de enfrentarse frente a nadie ni en ningún escenario, lo que asegura que en Italia lo van a dar absolutamente todo para conseguir el billete para la gran final.

Por si fuera poco, el partido ante el Valladolid era una auténtica trampa, en el cual se vuelve a poner de manifiesto que la Liga y, principalmente, sus dirigentes, son incapaces de pensar más allá de su competición para que uno de sus equipos pueda llegar lejos en Europa, aunque habría excepciones con algunos, por lo que en Pucela los de Flick se encontraron con partido envenenado.

Los menos habituales, junto con otros titulares que entraron en la segunda parte, le dieron la vuelta a un marcador adverso para llevarse los tres puntos y seguir en paso firme hacia el título de Liga, el más importante de la temporada y llegar con una diferencia suficiente al Clásico, que podría dictar sentencia para el título.

Veremos si la actuación de algunos de los menos habituales consigue convencer a Flick de cara al partido de Milán, donde la baja de Koundé puede pesar mucho, y donde también podrían vivirse algunos regresos como el de Balde o Lewandowski, claves para este tramo final de temporada para el que también puede volver Casadó y donde ya ha reaparecido Ter Stegen.

Cada vez quedan menos partidos para alcanzar la gloria y tanto los jugadores como el staff, el club y la afición tienen claro que no se va a tirar nada, que van a lucharlo todo para conseguir el tan ansiado triplete, el sueño que se encuentra reservado sólo a los grandes equipos de la historia.

Si se consigue, este grupo de jugadores entrará en los altares de la historia del fútbol, pero si no también deberíamos ser justos y poner el valor todo lo que han conseguido, especialmente con la gran dificultad con la que se ha producido, con todo en contra y una situación económica que era límite.

A día de hoy podemos ser optimistas, Milán será una dura prueba en la que se lo jugarán todo, pero lo haremos sin miedo ninguno y con todas las ganas, pues la gloria está cada vez más cerca y la afición está dispuesta a acompañar a sus jugadores hasta el final.

La victoria ante el Valladolid también supone un cierto alivio que, con todo el desgaste de la Champions, el Clásico de Liga se pueda afrontar sin tanta tensión, por lo que se puede priorizar Europa, que se encuentra a sólo, dos partidos del título.

Llega el momento más trascendental de la temporada, que llega con algunas lesiones, pero sin ningún tipo de miedo; y sino sólo hace falta mirar a Lamine Yamal, que con 17 años de edad dio una auténtica exhibición ante el Inter, erigiéndose de líder del equipo y no parece que tenga intención de ir a menos, con un gran Raphinha a su lado y un Pedri estelar, por nombrar sólo a algunos a los que habría que añadir a Cubarsí liderando la defensa.

Lo tenemos claro, queremos el tercer triplete: tercero porque sería la tercera vez que el Barça de fútbol masculino lo consigue, y también porque sería el tercero que se podría conseguir este curso, con el Juvenil A que ya se ha alzado con tres trofeos y con el femenino clasificados para dos finales y líder de la Liga.