Los equipos ganan partidos pero los títulos los conquistan las plantillas. Y la clave del éxito de este Barça es que Hansi Flick ha encontrado un magnífico once tipo pero también ha contado con extraordinarios jugadores de la llamada segunda unidad que han mantenido el nivel alto del conjunto cuando los ha necesitado.
Ayer en Valladolid, volvieron a dar la cara y consiguieron una victoria vital para ganar la liga cuando el equipo titular tenía la cabeza en la vuelta de semifinales de Champions en Milán del próximo martes. Es evidente que la explosión de Lamine Yamal, la magia de Pedri, la brutal capacidad goleadora de Lewandoski y la increíble aportación realizadora de Raphinha han sido capitales para completar esta gran temporada. Pero sin el complemento del mejor revulsivo visto en mucho tiempo como Ferran Torres que, siendo suplente, lleva 19 goles y 4 asistencias, o las buenas prestaciones de Fermín López, que ayer volvió a marcar y que ha cubierto magníficamente las ausencias de Dani Olmo, no se habrían cosechado tan buenos resultados.
Gavi es otro que, cuando ha sido requerido, ha mantenido el buen tono mostrado por todo el centro del campo del Barça durante toda la temporada. Marc Casadó sobresalió cuando Marc Bernal se lesionó y sostuvo al equipo mientras Frenkie de Jong necesitaba tiempo para recuperar su mejor versión. Éric García es el auténtico comodín que gusta a todos los entrenadores. Ha brillado como central, ha cumplido como mediocentro y ha destacado como lateral. Da la talla en la posición que le ponga Flick y tapa cualquier necesidad del equipo.
Araujo es otro central de garantías que sería titular en cualquier equipo, pero la excelencia alcanzada por la dupla formada por Cubarsí e Iñigo Martínez lo ha relegado a la suplencia. Y Gerard Martín, que ayer fue el mejor culé sobre el césped de Pucela, ha cubierto con nota la importante baja de Balde. Quizás el gran lunar haya sido Ansu Fati, del que se esperaba mucho más. Ayer solo jugó medio tiempo y dejó más sombras que luces. Aunque parecía haber recuperado la explosividad física, Flick no ha acabado de darle las oportunidades que se esperaba. Pero todo se andará. Si algo ha conseguido el entrenador alemán es mejorar la versión de todos sus futbolistas.
Y Pablo Torre y Héctor Fort son las otras perlas que han pasado inadvertidas pero que, siendo tan jóvenes, tendrán mucho tiempo para acabar triunfando. Y eso precisamente es lo que el Real Madrid ha echado de menos esta temporada, esta segunda unidad. Nacho, que se marchó y no fue remplazado, ofrecía muy buenas prestaciones cuando se le requería para cubrir alguna baja en el eje de la defensa o en el lateral derecho.
Otro gallo hubiera cantado si hubiera estado a disposición de Ancelotti, quien le ha echado de menos porque no fue bien remplazado esta temporada. El goleador Joselu que, no siendo un titular indiscutible, marcó 17 goles y fue fundamental para que el Real Madrid ganara la liga y la Champions. En temporadas con calendarios tan infernales, tener una plantilla amplia compensada e implicada es imprescindible para acabar triunfando. Ayer, el buen fondo de armario azulgrana consiguió media liga en Valladolid.