Cada día está más cerca el regreso de Marc André Ter Stegen. Sin duda, se celebrará como una de las grandes noticias de la temporada en Can Barça, que veía cómo su capitán se lesionaba de gravedad el 22 de septiembre en el estadio de La Cerámica contra el Villarreal. Una lesión, que le llevó al quirófano, descartándole prácticamente para el resto de la temporada
El club se vio, de la noche a la mañana, huérfano de su portero titular, viéndose con la necesidad de llamar a un guardameta que estaba disfrutando de su jubilación dorada en Marbella tras colgar los guantes el verano. El polaco Wojciech Szczesny, tras la mediación incondicional de su compatriota Robert Lewandowski, aceptó la oferta del Barcelona.
Tras unos meses para volver a sentirse futbolista, Tek, así se le conoce dentro del vestuario, se puso bajo los palos ante el Barbastro en Copa en el primer partido del 2025 y desde ese día lo ha jugado prácticamente todo, con la salvedad de la final de la Supercopa, donde fue expulsado, el posterior partido de Copa contra el Betis, donde estaba sancionado, y el de la Liga ante el Getafe. 
Un 2025 simplemente perfecto el que está protagonizando Tek, que aún no sabe lo que es perder con el Barcelona, acumulando ya diez partidos con la portería a cero. Además, el polaco se ha ganado el cariño de sus compañeros gracias a su carácter tranquilo y meditativo, hasta el punto de convertir el gimnasio en un espacio zen, donde se le puede ver sentado en postura baddha konasana, con los ojos cerrados y respirando profundamente. 
Con la inminente llegada de Ter Stegen --entendiendo inminente para principios de mayo-- se plantea un nuevo escenario en la portería. Evidentemente, Hansi Flick está obligado a premiar a su compatriota por el esfuerzo realizado, pero parece difícil que le sirva en bandeja la posibilidad de jugar una final. Primero, porque sería una falta de respeto para Szcesny, que ha sido parte responsable de llegar hasta ahí, y segundo, porque para jugar una final hay que estar al 100%.
Bajo esta premisa, todo apunta que Ter Stegen podría regresar después del Clásico, ya sea ante el Villarreal en Montjuïc o en San Mamés contra el Athletic. Sería un premio muy merecido para el meta alemán, sobre todo ante la posibilidad de despedirse ante la afición, pensando ya en la próxima temporada.
Eso sí, si el Barcelona llega a la final de la Champions, no hay ninguna posibilidad de que Ter Stegen juegue en Múnich, más que nada porque implicaría desinscribir al portero polaco en la competición europea, ya que no pueden estar inscritos a la vez. Con estas condiciones tan draconianas que marca la UEFA, es imposible que Flick acepte el cambio de portero.
Además, y teniendo en cuenta que el portero alemán es capitán, votado por el vestuario, sentaría como un tiro en el pie dentro del grupo que el guardameta alemán planteara esta situación a Flick. Así pues, que nadie espere que Ter Stegen haga un Courtois, cuando el belga se plantó en la final de Champions contra el Dortmund, dejando en la estacada a Lunin, que había sido decisivo en las anteriores eliminatorias.