Posiblemente, el Barça está en un momento de optimismo con el equipo que dirige Hansi Flick, pero pese a que el primer equipo de fútbol masculino ha conseguido enganchar a la afición y demostrar que son candidatos a absolutamente todo, el resto de las secciones vive una situación muy diferente y preocupante.
Sin lugar a dudas, la sección que más debe preocupar a la masa social blaugrana es el basket, posiblemente la más importante después del fútbol y que actualmente tiene un panorama desolador, con un equipo a la deriva y además, lleno de bajas por lesión.
El equipo de Joan Peñarroya no ha conseguido levantar el vuelo en ningún momento de la temporada, pero después de que la pasada campaña ya ocurriera lo mismo con Roger Grimau, las miradas deben dirigirse a los que toman las decisiones, donde no se ve ningún tipo de proyecto ni a corto ni a largo plazo, dejando esta sección en un punto residual.
El Barça no puede prescindir bajo ningún concepto de un proyecto ganador en el basket, pero debe definir qué modelo debe seguir al igual que pasa con el fútbol, donde se sigue un modelo y una filosofía muy claras en todo el club, algo que en basketno ocurre y donde, raramente, se apuesta por un modelo basado en la Masía, en la que jugadores como Willy Hernangómez no deben tener cabida.
El esperpento esta temporada ha sido mayúsculo, con graves derrotas, problemas para clasificarse para la Copa, peligro en la Euroliga y además, con el casi fichaje de Heurtel en diciembre, un jugador que nunca podía ser opción en el Barça, lo que da una imagen global de desorganización y falta de proyecto, al que debe sumarse el nulo proyecto para el basket femenino, que esta temporada se desvinculará del CBS Sant Feliu, algo inadmisible para un club que debe ser pionero en la defensa de la igualdad.
Desde la dura salida de Mirotic, que tal vez se podía haber evitado si se hubiera negociado una renovación a la baja, y la marcha de Jasikevicius, el club vive sin rumbo alguno y el Palau Blaugrana ya ha dado muestras de cansancio, con los Dracs y Sang Culer abandonando el recinto en protesta por la masiva presencia de aficionados rivales partido tras partido, una situación insostenible, sin comentar que al proyecto del nuevo Palau ni está ni se le espera.
Por sorprendente que parezca la sección de hockey patines no se queda al margen de esta mala situación, el equipo que esta temporada entrena David Cáceres no fue capaz de superar la fase de grupos de la Champions League y cayó en los cuartos de final de la Copa, pese a que en Liga sigue líder e invicto. El equipo ha ido perdiendo grandes jugadores a lo largo de los años, donde cada vez es más difícil retener talento frente a los clubs portugueses, y donde el título europeo se remonta a la temporada 2017-2018.
Balonmano es la única sección donde el club mantiene cierta hegemonía, pese a que algunos grandes jugadores también han abandonado el club para fichar por equipos europeos de prestigio. En las últimas campañas, algunos emblemas del Barça habrán salido de la entidad, el próximo el capitán Gonzalo Pérez de Vargas, que saldrá este verano. El club está a tiempo de revertir esta tendencia, pues evitar tanta fuga de talento debería ser una prioridad, igual que apostar por la cantera.
En fútbol sala la situación también es delicada, con una durísima eliminación en la Copa, lejos del liderato en la Liga y sin jugar competición europea esta temporada, una realidad que obliga al club a dar un golpe de timón para recuperar aquellas etapas de gloria del Palau Blaugrana.
Resulta importante señalar que ninguna de estas secciones tiene un proyecto para formar equipos femeninos, ni tampoco para la creación de otras secciones, a parte del poco apoyo o trascendencia que tienen las secciones amateurs, una realidad incómoda que el Barça debería analizar y reclamar a sus dirigentes.
El Barça de fútbol femenino sigue siendo el gran dominador, tanto a nivel nacional como europeo, el equipo referencia y candidato a todo y sin querer ser tremendistas, hoy las blaugranas siguen escribiendo historia, pese a que se han visto algunos partidos donde el equipo no se ha encontrado. Aunque pueda ser anecdótico, situaciones que deben servir de aprendizaje y para seguir creciendo.
Pere Romeu debe demostrar que está a la altura del mejor equipo del mundo, en el que han salido algunas jugadoras en las últimas temporadas, pero donde la Masía sigue sacando talento y las mejores siguen queriendo venir, por lo que no debemos bajar la guardia ante ligas potentes como la Premier.
Finalmente, el Barça B de fútbol podría consumar un gran desastre si pierde la categoría esta temporada, con demasiados inventos en el banquillo y un equipo desdibujado, han dejado a los blaugranas en una situación muy delicada en Primera RFEF. La obligación no es subir, sino formar jugadores, pero perder la categoría sería un golpe que el Barça no debería permitirse.
No tan lejos quedan las 6 Ligas que todos los equipos consiguieron en 2023, que llenaron de orgullo e ilusión el club. El Barça es Més que un Club y debe seguir siéndolo, un club con muchas secciones, femenino y el orgullo de entender lo que es realmente el Barça en sí.