Joan Laporta sabe bien de quién rodearse. Rara vez se puede ver solo al presidente del FC Barcelona. Amante de la conversación y de que le rían las gracias, suele moverse en grupo, acompañado de una extensa guardia pretoriana cuyos componentes se van alternando. Hay algunos muy habituales como Rafa Yuste, que últimamente ha perdido algo de peso en el núcleo duro del presidente. Su apuesta sin concesiones por Xavi Hernández, especialmente tras el Girona-Barça del curso pasado, ha estado a punto de costarle la vicepresidencia deportiva.
Joan Soler, uno de los aspirantes al cargo, se ha ido colando, poco a poco, entre los prefes de Laporta. Aunque, en realidad, ello ha sido posible gracias a su buena relación con Enric Masip, persona de máxima confianza y asesor del presidente en materia deportiva, que ha ido adentrando al pescatero --así llaman a Soler en el vestuario azulgrana-- entre los más próximos a Jan. El mito del balonmano azulgrana no es solamente de los pocos que le pueden ir de cara al presidente con absoluta confianza, sino que además se asegura un importante salario cada fin de mes, cosa que no ocurre con la mayoría de los protagonistas de esta columna (al menos, que se sepa).
Al nivel de Masip y muy por delante de Soler está Alejandro Echevarría. Hermano de la exmujer de Laporta, Constanza, es de los que han ido entrando y saliendo del círculo. Ni cobra ni tiene cargo en el Barça, pero su voz es de las más autorizadas. Sus diferencias con Yuste han tenido efecto a raíz del despido de Xavi. Muy cercano a Deco y a importantes representantes, como Jorge Mendes, el llamado cuñadísimo es de los pocos que, como Masip, se atreve a decir lo que piensa al presidente.
Mucha menos incidencia en las decisiones de Laporta tienen algunos miembros adinerados de la junta directiva. Àngel Riudalbàs y Xavier Barbany son de los que viajan habitualmente con el equipo porque se lo pueden pagar de su bolsillo. No ocurre lo mismo con otros cargos de más confianza en la estructura, como Elena Fort o Josep Cubells, celosos porque se pierden las juergas y siempre les toca hacer el trabajo sucio. Quizá por eso, en entornos muy privados, no ocultan su anhelo de que el cargo de directivo pueda llegar a ser remunerado. Al menos, para aquellos que realmente "trabajan" y le dedican tantas horas al Barça.
El presidente Laporta está rodeado de otros hombres de confianza que, a modo de mera curiosidad, ostentan el mismo nombre: Xavier. Sin contar a Xavi Hernández, ya alejado y convertido en carne de meme, ni al ya citado Barbany, que es cercano pero no es de los influyentes, hay aún otros cuatro Xavis en el entorno de Laporta que juegan un papel clave.
Los 'Xavis'
Xavi Puig, directivo responsable del Barça Femenino, es otro de los que suele acompañar a Laporta en sus desplazamientos. Tienen confianza y una buena amistad. Xavier Laporta, el hermano del presidente, no trabaja para el club pero gestiona muchas cuestiones externas que tienen relación: desde negocios en el extranjero a operaciones para ayudar a la junta directiva, como el pago de los avales. Xavier Arbós es socio del despacho de abogados de Laporta y otra persona de su máxima confianza, aunque no tiene vínculos aparentes con el Barça. Como Puig, ha participado en alguno de los viajes exóticos del presidente y, en el pasado, facturó algunos trabajos muy bien remunerados que consiguió Laporta gracias a su posición como presidente del Barça.
Xavier Sala-Martín es el cuarto de 'los Xavis' más influyentes en Joan Laporta. Prestigioso economista, reconocido profesor en la Universidad de Columbia, orgulloso independentista, vehemente defensor de algunas teorías poco convincentes sobre el calentamiento global de la tierra y experto polemista en televisión, radio o redes sociales. Es el nuevo mamporrero oficial de Laporta contra la prensa barcelonista.
En los últimos meses ha utilizado su ruidosa influencia en Twitter --¡acumula medio millón de seguidores muy fieles y peleones!-- para ser el azote --aparentemente desinteresado-- de los más críticos con la gestión del presidente. Periodistas como Joanjo Pallàs, Emilio Pérez de Rozas, Jordi Costa, Carles Fité, Iván San Antonio, Sique Rodríguez y David Bernabéu han sufrido recientemente los ataques, burlas y desprecios del que fuera tesorero del Barça entre 2009 y 2010.

Xavier Sala i Martín, uno de los 'influencers' secesionistas más agresivos, entrevistado en el programa FAQS de TV3
En su escasa participación como miembro de la junta directiva azulgrana se ganó el honor de ser elegido por Laporta como su sucesor --cosa que declinó-- y el club cerró sus cuentas con 70 millones de pérdidas siendo el encargado de la tesorería. Joan Oliver era el director general. Ambos se unieron a Laporta tras superar, por los pelos, un polémico voto de censura en 2008. Llegaban, como Vicent Sanchís lo hizo a Barça TV, procedentes de un entorno muy vinculado a Junts (la antigua CiU) y TV3. Oliver y Sala-Martín fueron, varios años después, socios de Core Store con Laporta, empresa vinculada al hundimiento del Reus y ahora investigada por estafa.
También Xavier Martorell procedía de los mismos polvos que han derivado en estos lodos y se erigió en jefe de seguridad del Barça entre 2008 y 2010. Con el regreso a la presidencia de Laporta en 2021, otros miembros de Mossos han ocupado ese cargo --con excedencia, por poco tiempo y normalmente indemnizados-- como Ferran López, Lluís Miquel Venteo o, desde 2022, Xavier Porcuna. Curiosamente, Xavi Sala-Martín nunca ha optado --que se sepa-- al cargo de director de seguridad del club. Pero el de mamporrero oficial en las redes sociales lo tiene más que merecido.