Sin embargo, el panorama ha cambiado. Tras estar todo el curso de baja por lesión y ver como Pau Cubarsí, Íñigo Martínez, Eric García y Ronald Araujo le han pasado por delante, Christensen tiene muy difícil hacerse un hueco en los onces de Flick. Además, las urgencias financieras del club, combinadas con la más que probable llegada de Jonathan Tah, han puesto a Christensen en la rampa de salida.
El danés sigue teniendo un gran cartel y, a nivel económico, su salida representaría una oportunidad estratégica para aliviar la masa salarial. Su futuro en el Barça pende de un hilo, no solo por la falta de méritos en el presente, sino por la cruda realidad económica que define el presente del club azulgrana.
Como en los viejos tiempos
Más allá de esto, los culés acabamos un poco decepcionados. Tal y como se puso de mal el partido, el equipo fue capaz de remontarlo y ponerse con una cómoda ventaja de 4-2 que, incluso, parecía dejar sentenciada la eliminatoria. Lamentablemente, fruto de la falta de contundencia defensiva y el empuje final que ya tuvo el Atlético en la Liga, los de Flick volvieron a tropezar con la misma piedra y concedieron un agridulce empate.
Un agridulce empate que, probablemente, también fuese lo más justo. Viendo el rival que había enfrente y lo mal que empezó todo, que todo quede abierto para la vuelta también es una buena noticia para el Barça.
En fin, de momento aparcamos la Copa hasta abril y al Atlético hasta dentro de 15 días cuando visitaremos el Metroplitano. Nos esperan días de grandes emociones en los próximos partidos y, la primera toma de contacto con el calendario, ha sido mayúscula.
Preocupado con la versión liguera
La victoria del Barça contra Las Palmas fue un triunfo necesario para consolidar la primera posición en la liga que, en muchos momentos, ha parecido estar maldita esta temporada. El resultado fue el esperado, pero una vez más, el juego desplegado contra los rivales más pequeños, que se cierran atrás, dejó mucho que desear.
Esta versión del Barça, resolutiva pero poco convincente, genera dudas sobre si será suficiente para conseguir el título de liga. No quiero sonar pesimista, pero si el Barça no encuentra la fórmula para desactivar estos dibujos, el campeonato podría escaparse en cualquier escenario y contra cualquier rival.