Finalmente parece que el Barça podrá terminar la temporada en el Estadi Olímpic Lluís Companys de Montjuïc, después que los Rolling Stones cancelaran su gira por Europa, una decisión que sin saberlo ha beneficiado al FC Barcelona y salva a la junta de Laporta de una nueva falta de previsión.
A día de hoy ya resulta imposible saber, ni que sea aproximadamente, cuando volveremos al Camp Nou, y parece que se trata de un asunto que ya cansa a la afición, que se ha cansado de tener diferentes fechas y que nunca se haya cumplido.
El club blaugrana inicialmente afirmó que se volvería al Estadi para celebrar el 125 aniversario, era en noviembre de 2024. Seguidamente se indicó que sería en diciembre para después hablar de enero, y aunque la vicepresidenta Elena Fort insistía en que el plan no cambiaba, el club vendió dos jornadas de la segunda vuelta y habló por primera vez de febrero.
Pasaron las vacaciones de Navidad y regresó la polémica, en forma de decisión del club anunciando que la Copa no estaba incluida en el abono, para después desvelar casi sin quererlo, que los socios debían ir pagando todos los partidos individualmente que no formaban parte del abono, indicando que debían adquirirse todos, pero con la trampa de que el abonado había pagado ya la mitad de temporada y ahora debía pagar por todos los partidos individualmente olvidando de que la segunda vuelta tenía más partidos que la primera.
Finalmente la presión de los socios dio sus frutos y el club procedió a vender una nueva extensión del abono hasta el 23 de abril, dejando en el aire dos partidos de Liga entre los que estaba el Clásico y unas eventuales semifinales de Champions, empezando así un show importante de noticias sobre donde podría jugarse el Barça-Madrid si no se podía jugar ni en el Camp Nou ni en Montjuïc, sonando estadios tan diferentes como Mestalla, el Metropolitano, Wembley, el Johan Cruyff o ciudades como Berlín o París, un sinsentido que provocó mucho malestar a la afición.
La decisión de los Rolling Stones ha dado aire a la junta directiva y asegura que el Barça podrá terminar la temporada en su actual casa en Montjuïc, pero pone de manifiesto una vez más la improvisación y la falta de previsión de los asuntos que hay en can Barça, ya que no puede depender de si hay gira mundial de los Rolling o no para terminar la temporada en la que es su actual casa.
Era mucho más fácil haber sido realistas y claros y explicar a la afición que deberían irse a Montjuïc dos temporadas enteras y no haber provocado un auténtico baile de fechas ni tampoco un show patético de saber donde terminaría la temporada el equipo de Hansi Flick si no estaba disponible el Lluís Companys ni el Camp Nou, algo imperdonable cuando el Ayuntamiento de Barcelona había avisado varias veces al Barça sobre la disponibilidad del Estadi Olímpic.
La vuelta al Camp Nou parece prácticamente descartada para esta temporada e incluso sería más prudente no intentar regresar deprisa y corriendo en mayo y volver con todas las garantías para el inicio de la temporada 2025-2026, pero también se hace evidente que la masa social blaugrana exige una transparencia mucho mayor y no sentirse engañada sobre algunos temas de actualidad del club como la vuelta al Camp Nou.
Tampoco termina de entenderse que con todo el retraso que lleva la obra del Camp Nou la directiva no esté penalizando a la empresa Limark, cuando se afirmó hasta la saciedad que debería abonar un millón de euro por día de retraso, argumento que se usó como garantía de que se volvería sobre lo previsto, algo que no ha ocurrido.
A todo ello, ha quedado totalmente en el aire qué pasará con la afición de Montjuïc cuando toque volver a Les Corts, ya que el club únicamente permitió la vuelta de los 17.000 abonados del Estadi Olímpic en la media temporada actual que se debía volver, algo que ya hemos visto que no sucederá.
La afición de Montjuïc ha mostrado una gran fidelidad con su club y con su equipo, un compromiso todavía superior si le añadimos las pocas facilidades que se han puesto para subir al Lluís Companys cada semana, una actitud que merece que el club premie y apoye cuando toque volver al Camp Nou, donde deberían tener su sitio garantizado, al fin y al cabo, únicamente 3.000 socios de Montjuïc no eran ya abonados al Estadi.
Finalmente, la masa social pide a gritos la vuelta de la grada de animación, igual que lo hace el equipo; hasta el punto que Raphinha se habría ofrecido a pagar la sanción de 21.000 € y el club lo habría rechazado. Montjuïc necesita la grada de animación, el equipo también lo requiere y el cántico es masivo; el resto de abonados ni comparten ni quieren saber nada de disputas personales entre grada y directiva, sólo quieren animar y disfrutar con su equipo, algo que el Barça tenía y funcionaba y que debe seguir, tanto en Montjuic como en el Camp Nou.