El Barça protagonizó una auténtica exhibición en Montjuïc ante el Betis volviendo a marcar 5 goles por segundo partido consecutivo y asegurándose el billete para los cuartos de final de la Copa del Rey. Fue una noche plácida que hizo vibrar a los aficionados y reforzó las buenas sensaciones con el equipo de Flick.
Muy diferente fue lo que pasó en el Bernabéu, donde se produjo un nuevo atraco arbitral. Tras los pitos iniciales de la afición a los suyos, fueron Munuera Montero y Hernández Hernández los que se encargaron de desencallar el partido para el Real Madrid tras no señalar un penalti clamoroso de Lunin a Williot Swedberg. No hay por donde cogerlo, fue una jugada muy similar a la de Szczesny en la Supercopa y que hubiera cambiado por completo el desarrollo del partido.
Una más para un Madrid que vence pero no convence. No estaría mal ver un clásico en los cuartos de final de la Copa y es que, pese a que jueguen con 12 o 13, el gran momento de Lamine Yamal es más que suficiente para pensar que el Barça se volvería a cargar a los merengues.
Con sólo 17 años, el de Rocafonda está rompiendo todos los esquemas, aportando desequilibrio, velocidad y madurez impropia de un jugador de su edad. Gol y asistencias y un recital de regates dignos del mejor futbolista del mundo. Nos quedamos sin palabras.
¡Llegó la primera!
El Barça levantó el primer título de la temporada tras un triunfo espectacular contra el Real Madrid en una final que tuvo de todo: remontada, expulsiones, polémicas y, sobre todo, una gran superioridad azulgrana. Los niños de Flick demostraron una madurez y capacidad de sacrificio dignas de un supercampeón. Este triunfo reafirma la solidez del proyecto del técnico alemán que ya empieza a dar sus primeros frutos.
Liderados por Lamine, Pedri, Casadó, Cubarsí, Gavi y compañía, el Barça logró sobreponerse y darle la vuelta al marcador antes del descanso. El equipo demostró una personalidad impropia de su juventud para acabar humillando a un Real Madrid desbordado en todos los aspectos del juego.
Este resultado no solo confirma al Barça como un firme candidato a todos los títulos, sino que también deja muy tocado a un Real Madrid que no encuentra respuestas frente a los rivales de entidad. Carlo Ancelotti está en el punto de mira, y el equipo blanco parece lejos del equilibrio necesario para competir al máximo nivel. La llegada de Mbappé no ha hecho olvidar la salida de Kroos, y el famoso invento del septete, ya no podrá ser.
Aunque es importante controlar el exceso de euforia, esta Supercopa es una declaración de intenciones para la segunda parte de la temporada.
'Presi', nadie es perfecto
Laporta me gustó, pero no me convenció. El presidente del Barça volvió a desplegar su versión más combativa, defendiéndose de todo y contra todos. El presidente nos vendió como un éxito rotundo la inscripción de Dani Olmo y Pau Víctor así como también la controvertida venta de las localidades VIP del nuevo Camp Nou.
Laporta también cargó contra la prensa y la oposición acusándolos de dificultar un proyecto que, según él, avanza en la dirección correcta. Su intención de transmitir seguridad y firmeza es evidente. Sin embargo, eché de menos algo de autocrítica. Nadie es perfecto.
El Barça necesita liderazgo, pero también humildad. No todo es blanco o negro ni se reduce a estar a favor o en contra de Laporta. El presidente sigue marcando la hoja de ruta y la estrategia del club, pero solo el tiempo dirá si sus palabras reflejan la realidad y si el camino elegido es el correcto.