Ya es una realidad, el Barça ha conseguido dos triunfos de mucho prestigio frente al Real Madrid y lo ha hecho con el mismo resultado: 0-4.

Si hace unos días el equipo masculino conseguía un resultado de ensueño en el Santiago Bernabéu, esta semana el conjunto femenino ha hecho lo propio en el Estadio Alfredo Di Stéfano para seguir con su pleno de victorias en la Liga F y para alejarse del equipo de Alberto Toril, que pierde su invicto en casa esta temporada.

Esta victoria de las jugadoras que dirige Pere Romeu supone el clásico número 17 que se tiñe de color blaugrana, lo que mantiene el 100% de victorias del Barça en los duelos directos frente al eterno rival. Es, nuevamente, una cifra histórica que certifica el claro dominio blaugrana en la competición doméstica, que lidera con puño de hierro, algo que debemos reivindicar mucho más a menudo.

Justamente hace unos meses nos quejábamos en estos mismos artículos que la falta de competitividad en la Liga F podía afectar el rendimiento culé en Europa, que perdió su primer duelo en la Champions League frente al Manchester City, y podía provocar un cierto éxodo de jugadoras de la liga que hicieran las maletas hacia la Premier League, una competición que apuesta mucho más por el fútbol femenino.

Por el momento, habrá que ver cómo se desarrolla la competición europea esta temporada, donde el Barça se jugará la primera plaza del grupo frente a las citizens el próximo 18 de diciembre en Montjuïc con claras ganas de venganza y de seguir mostrando al mundo quienes son las reinas de Europa.

Asimismo, el Real Madrid ha centrado sus esfuerzos en mejorar el equipo, fichando diversas jugadoras de la Liga F de rivales directos, lo que aleja a estos equipos de la segunda plaza. Pero habrá que ver si es suficiente para competir en Europa, ya que por el momento queda claro que frente al Barça no ha sido bastante.

Mención especial debería tener también ver que las gradas del Di Stefano presentaban un muy buen aspecto. Esto vuelve a encender el debate sobre la necesidad de abrir el Santiago Bernabéu para este tipo de partidos, aunque con carácter previo el Real Madrid debería reflexionar sobre qué es lo que quiere para su equipo femenino.

En el Barça es algo habitual que el conjunto femenino se desplace al Camp Nou --o ahora a Montjuïc-- para disputar partidos importantes. En la gran mayoría, el público ha respondido de la mejor forma, algo que vemos que se está repitiendo en todos los campos donde se ha tomado esta decisión, como el Metropolitano o San Mamés. El conjunto blanco sigue resistiéndose a abrir su feudo para un partido del equipo femenino sin dar ninguna explicación.

Resulta también importante remarcar que parece como mínimo curioso ver la elevada rivalidad que existe, principalmente desde el Real Madrid hacia el Barça, en lo que respecta al equipo femenino, donde el sábado pudimos ver ciertas entradas fuera de lugar, como la falta durísima de Olga Carmona sobre Graham Hansen que no fue castigada con tarjeta roja y, en cambio, se amonestó a Pere Romeu por protestar.

Desde hace ya algún tiempo hemos visto ciertos discursos de jugadoras del equipo blanco hacia las blaugranas que han alimentado polémicas que desde hace poco eran inexistentes; provocaciones, faltas de fair play y controversias alejadas de la realidad futbolística, que han dado un aliciente al duelo, pero se alejan de lo que debería ser el espíritu del deporte.

Es muy probable que ciertas actitudes y polémicas que se han vivido en la selección española femenina se hayan trasladado al fútbol de clubes, pero no por ello deberíamos dejar de ser claros y contundentes en rechazar estas acciones e insistir en la necesidad de centrar la mirada en el deporte y en el más absoluto fair play. Estas jugadoras son el reflejo en el que a día de hoy se miran miles de niñas y jóvenes que sueñan en ser futbolistas.

Por suerte, tener como referentes a Aitana Bonmatí, Alexia Putellas, Clàudia Pina, Ona Batlle, Jana Fernández o tantas otras nos garantiza poder seguir disfrutando de este bonito deporte, de hacer avanzar hasta lo más alto el deporte femenino. Además, garantizan una competitividad sana y que los valores del deporte estén siempre en un lugar prioritario, más allá del resultado.

Y sí, el Barça Femenino sigue dominando como nunca y como siempre, anotando otro 0-4. Invictas y líderes. El 18 de diciembre nos vemos en Montjuïc, el objetivo es conjunto. ¡A por todas!