Una vez finalizadas las competiciones de selecciones, y con el Barça de Hansi Flick realizando los primeros entrenamientos, urge empezar a planificar la próxima temporada blaugrana y, especialmente, definir el equipo.
Resulta altamente difícil pronunciarse cuando, hasta la fecha, todavía no hemos podido escuchar al técnico alemán ni tampoco hemos visto nada de lo que será su equipo una vez se inicien las competiciones. Así que hasta la fecha nos tenemos que guiar por las referencias que tenemos de Flick como entrenador del Bayern y los puntos débiles del equipo que esta temporada dirigía Xavi Hernández.
Sin lugar a duda, el punto flaco de esta última temporada del Barça ha sido el mediocentro defensivo, una posición clave en los esquemas blaugranas y que quedó totalmente huérfana tras la salida del entonces capitán Sergio Busquets, posiblemente el mejor mediocentro defensivo de la historia del Barça.
Evidentemente, encontrar un relevo al de Badia era una tarea nada fácil y que se hizo demasiado tarde, pero pese al baile de nombres del pasado verano finalmente el club apostó por incorporar a Oriol Romeu, futbolista formado en la Masía, conocedor del estilo Barça y apuesta low cost, lo que ayudaba y mucho a las finanzas blaugranas.
Con Xavi Hernández jugando con un cuadrado en el centro del campo, la apuesta empezó bien, con Romeu dando el do de pecho. Pero poco a poco se fue desinflando por causas que se desconocen, al igual que la táctica con los cuatro centrocampistas, dejando a la vista de todo el mundo que ni Gündogan ni De Jong podían jugar en esa demarcación con garantías, obligando a Christensen a reconvertirse en pivote para el tramo final de la temporada, en el que Romeu no contó para el técnico.
A la vista de lo que hemos vivido, la prioridad no parece otra que la de encontrar un pivote de garantías, de talla mundial, que asegure una de las posiciones más difíciles del equipo y nos haga olvidar a Sergio Busquets, aunque nos guste hablar de otros jugadores más mediáticos.
Joshua Kimmich, a las órdenes de Flick en su momento, acaba contrato en 2025 y no ha renovado por el Bayern de Múnich, al parecer porque tiene interés en probar otros destinos como sería La Liga, y equipos con nombre e historia detrás como sería el FC Barcelona, por lo que su llegada debe ser la máxima prioridad de la secretaría técnica que dirige Deco, pues podría salir previo pago de entre 30 y 40 millones, mucho más económico que Zubimendi que costaría 60 y con la posibilidad de meter a algún jugador en la operación como podría ser Frenkie De Jong.
El alemán es ese jugador totalmente contrastando y de talla mundial que necesita el Barça para convertirse en el heredero de Busquets y apuntalar el centro del campo. Justo lo que más necesita Flick. Y teniendo en cuenta que el Bayern deberá traspasarlo este verano si quiere sacar algo por él. Por el momento, no está interesado en renovar y sería prácticamente su última opción de rascar algún euro.
La edad tampoco sería un problema. Es más, posiblemente para el Barça sea una virtud, ya que 29 años comportan una excelente madurez para el jugador en esa posición, y también permite que los jóvenes de la Masía puedan tener oportunidades en un tiempo no muy lejano, como sería el caso de Marc Casadó, Pau Prim o Marc Bernal, muy jóvenes y que podrían aprender de Kimmich antes de coger su relevo si fuera el caso.
Finalmente, no hay que olvidar que el alemán es un jugador muy polivalente y que puede jugar tanto de pivote como de lateral, lo que también podría ayudar al Barça a evitar hacer un desembolso por Cancelo y liberaría a Koundé en momentos puntuales.
Evidentemente, luce mucho más hablar de Nico Williams o Dani Olmo, pues siempre el gol vende mucho más que la defensa. Pero, si existe una prioridad ahora mismo en el Barça, es apuntalar el centro del campo con un pivote defensivo titular que ayude a la defensa, y evite una nueva temporada con un elevado número de goles encajados como en esta última.
En caso de duda sólo hay que tener en cuenta los datos: el Barça campeón de la Liga 2022-2023 con Sergio Busquets encajó 20 goles, mientras que el de la temporada 2023-2024 vio como le perforaban la portería en 44 ocasiones, unas cifras que si quieres ser campeón no te puedes permitir.
Finalmente, debemos responder a una pregunta: si sólo se pudiera hacer un fichaje, ¿quién sería? La respuesta es Kimmich.