Víctor Font, excandidato a la presidencia del Barça en las pasadas elecciones, subió el volumen de su discurso en la comparecencia que tuvo con los medios de comunicación. Habló como socio que lleva años preparando un proyecto sólido y convincente para recuperar el prestigio del club. Habló de forma contundente y desnudó todas las deficiencias de la actual junta directiva que dirige Joan Laporta y familia.
“Este Laporta más que la solución es el problema. Laporta es más un problema que una solución”. Concluyente Font.
Habló como si en ese lema de "sí, al futur", que le acompaña desde que se presentó con un proyecto transformador para la entidad, divisara que él será el próximo presidente del Barça.
No se plantea una moción de censura. Aunque en el continente azulgrana aparezca alguna brisa que pretenda remover la conciencia del socio, no es tiempo para embarcarse en una acción de ese calibre. Font no la descarta, pero considera que esa opción es muy arriesgada. En realidad, es consciente que no existe oposición como en otros tiempos, y que tendrá que seguir trabajando en busca de apoyos serios.
No es la primera vez que Font aparece. La convocatoria de rueda de prensa se produce unos días después del fórum convocado por Culemanía y en el que hubo repaso al estado económico con protagonistas como Eduard Romeu, Joan Vilajoana, Emili Rousaud y Joan Gaspart. El mensaje que quedó, según Romeu, exvicepresidente económico de la junta de Laporta que abandonó el barco el pasado marzo, es que el club había reducido la deuda que recibió de la anterior directiva. Solo faltaría, especialmente después de vender patrimonio del club a través de las llamadas palancas. Font puso en duda todos los números, los del Espai Barça, en los que recordó que se hace gracias al acuerdo favorable de la anterior junta directiva con Goldman Sachs. También puso incógnitas sobre la venta de Barça Studios. Habló de la falta de talento en la junta y el exceso de familiares y amigos del presidente.
Font ya pidió en una carta a Laporta que diera un paso al lado. Es decir, que dimitiera. Pero al presidente el consejo le entró por un oído y salió por el otro. Ese ataque de Font, a final del mes de mayo, ha sido de los más fuertes que se han producido en este segundo mandato de Laporta. Lo acusó de una pésima gestión y de haber incumplido el código ético, además de pedirle transparencia, palabra en el baúl por Laporta. El presidente respondió en otra carta, pero decepcionó a Font. "Es incapaz de reconocer que haya ningún problema, incapacidad de hacer un diagnóstico crítico sobre la situación del club".
Font habló y lo hizo con palabras que no pueden pasar inadvertidas para el socio. Un discurso para remover la conciencia del barcelonismo y para valorar en su justa medida el lema de "Sí al futur".