¿Para qué sirve la Masia si el Barça acude al mercado cada vez que alguien se lesiona de gravedad? La desgraciada afectación de Gavi ha abierto un casting de nombres de centrocampistas de cara al periodo de fichajes de invierno, pero la realidad es que la entidad ni está en disposición económica ni tiene margen salarial para incorporar a un sustituto.
Ayer Culemanía hizo un recopilatorio de los fichajes del Barça en los últimos años para suplir a lesionados de largo alcance. En 2005 incorporó a Maxi López por Larsson, que se rompió los cruzados. Laporta también contrató a Albertini cuando Edmilson y Motta sufrieron el mismo contratiempo. Años más tarde, bajo el mandato de Bartomeu, se fichó a Braithwaite por Dembélé (en realidad se buscó un recambio de Luis Suárez, que se operó para llegar a la Copa América). La experiencia, por tanto, dicta que los fichajes parche son auténticos fracasos en can Barça.
Con la caída de Gavi han empezado a sonar nombres de futbolistas prácticamente inaccesibles. Cabe recordar que el Barça solo puede incorporar a un recambio que cobre el 80% de lo que percibe el de Los Palacios y por media temporada. Si, pongamos por caso, Gavi cobra 8 millones de euros (brutos), el nuevo jugador solo podría ingresar 6,4 millones anuales. Como únicamente se le puede firmar por media temporada, dispondría de 3,2 millones de euros en total. O lo que es lo mismo: al futbolista que venga le queda un millón y medio en el bolsillo. Un montante poco atractivo para los jugadores que han empezado a aparecer en la órbita barcelonista.
Guido Rodríguez, del agrado de Xavi, tiene medio año de contrato y es titular en el Betis. Lo Celso no juega lo que quisiera en el Tottenham pero tiene una ficha sensiblemente superior a la de Gavi y está en un club que ni quiere ni necesita vender. También ha sonado Thiago Alcántara, una figura que es más pasado que presente de un Barça que tiene que mirar ineludiblemente hacia el futuro.
Es obligación del club acudir a la Masia cuando ocurren estos percances. El fútbol base tiene su razón de ser en estos momentos. Los jóvenes del filial y el juvenil deben nutrir al primer equipo cuando hay bajas y aportar soluciones ante imprevistos de semejante tipo. El mensaje que mandas a las categorías inferiores si a las primeras de cambio miras al mercado es desalentador ya que hay deportistas que llevan tiempo esperando a que las puertas del primer equipo se abran para ellos.
El claro ejemplo de esto es Marc Casadó. El capitán del Barça Atlètic lleva dos temporadas en el filial y entrenándose a menudo con el primer equipo. Acaba contrato en 2024 y, aunque el club puede ampliarle una temporada más unilateralmente, tocará negociar la renovación en los próximos meses ya que hay tres equipos importantes al acecho para ficharle. El centrocampista rechazó en verano una oferta del Granada para apurar sus opciones de triunfar en el club de su vida. La dirección deportiva le dijo que contaba con él. El de Sant Pere de Vilamajor quiso demostrarle a Xavi que tenía sitio en el primer equipo y luchar por cumplir su sueño. ¿Qué mensaje le mandaría el Barcelona si, a las primeras de cambio, fichan a un recambio?
El club también cuenta con un interior de calidad como Aleix Garrido, que el año pasado debutó a las órdenes de Xavi. Y, aunque son más jóvenes, en el filial también destacan Marc Bernal y Pau Prim, ambos en el Mundial sub-17 de Indonesia y renovados este verano. Bernal es la gran sensación de esta temporada en el filial azulgrana y a sus 16 años hay muchas esperanzas puestas en él. A ellos hay que sumarle a Unai Hernández, que también ha entrado en alguna convocatoria de Xavi Hernández o Quim Junyent, que alterna Juvenil A y Juvenil B y está marcando diferencias en el Mundial de Surakarta.
Con todas estas piezas de futuro cocinándose en el vivero azulgrana, ¿realmente el club necesita ir a buscar un centrocampista como quien compra un mueble de segunda mano un domingo en el mercado de Els Encants?
El Barça en realidad necesita gol y tiene a Vitor Roque, un artillero ya fichado al que podrá disfrutar, como mínimo, durante los próximos 6 años. Cobra poco (3,5 millones brutos anuales) y está como loco por incorporarse ya a la disciplina azulgrana. Un recambio de Lewandowski, una alternativa ofensiva, en definitiva, eficacia de cara a portería son más necesarios que un centrocampista suplente. El Barça tiene a Pedri, De Jong, Gündogan, Oriol Romeu, Fermín López y Sergi Roberto más los que vienen pegando fuerte del filial. Es más importante incorporar ya a Vitor Roque y apostar por el futuro del Barça, que gastar fair play y dinero en un apaño temporal. La Masia siempre es la mejor solución cuando el Barça está en apuros. A Gavi que lo sustituya un compañero de pupitre.