Ousmane Dembélé no piensa en otra cosa que no sea renovar con el Barça. Un año después de prolongar su vínculo por dos temporadas, en los despachos del Barça ya ha arrancado la negociación para alargar el contrato del extremo galo. El objetivo de las dos partes es no repetir el culebrón de la temporada anterior que desgastó la imagen del club y del jugador.

Las tiranteces del pasado han quedado ancladas, como Karina, en el baúl de los recuerdos. Atrás quedaron las declaraciones de Mateu Alemany en enero de 2022 cuando instó al siete del Barça a salir inmediatamente del club, dejándole incluso en la grada hasta el cierre del mercado de fichajes. Los pitos del estadio han virado en aplausos y ovaciones, consciente el socio del Barça de que tiene en Dembélé a uno de sus jugadores más diferenciales.

Alguna cosa cambió entre el agente de Dembélé, Moussa Sissoko y Mateu Alemany tras un viaje del director de fútbol azulgrana a Marrakech en abril del año pasado. Esa reunión sirvió para sellar heridas y arrancar de cero. A partir de ese momento la cordialidad se impuso y se llegó a un acuerdo hasta 2024 con una cláusula de 100 millones que baja a 50 durante el próximo mercado de verano. Una válvula de escape que Dembélé no piensa ejecutar ya que su única voluntad es seguir vistiendo la camiseta del Barça. 

El jugador ya tiene una propuesta inicial tras la reunión que mantuvieron hace unas semanas Mateu Alemany y Sissoko. El galo se está tomando unos días para analizarla en profundidad y tras reunirse con su círculo y desgranar los pormenores de la propuesta arrancará el proceso de negociación entre club y jugador. Cuando acabe la temporada Dembélé le dará al Barça su visión del contrato que le proponen y se consideraran los puntos que se deberían retocar. Esta vez las cartas van boca arriba, el jugador quiere seguir y el club le propondrá una ampliación a largo plazo. A pesar de los constantes cantos de sirena del Paris Saint Germain, el futbolista no tiene ninguna intención de moverse a la capital francesa. 

Dembélé está a gusto en la ciudad y ya forzó la máquina para que se llegase a un acuerdo en verano, incluso quedándose durante unos días sin contrato. Xavi, el gran valedor del extremo dentro del club, también ayudó a que ese entente cristalizara. El futbolista tiene una gran relación con el técnico, a quien le está muy agradecido por la confianza y a quien considera un entrenador que comprende a las mil maravillas al jugador y con conocimientos de primer nivel. 

El técnico ha declarado su amor público hacia el atacante en varias ocasiones. “Puede ser el mejor en su puesto” o “pregúntale a un lateral si prefiere defender a Dembélé o a cualquier otro” son algunos de sus greatest hits respecto al extremo bleu. Entre los dos hay una conexión especial. Dembélé ha vuelto a saborear la miel de los títulos azulgrana y ahora quiere devolverle a Xavi la confianza con una temporada completa a pleno rendimiento. Es por todo ello que no se plantea ninguna opción que no sea la de seguir de azulgrana. 

PD: Si nos regimos por estricto orden de llegada al primer equipo… Dembélé debería ser el tercer capitán la próxima campaña tras Sergi Roberto y Marc André Ter Stegen