Imagen del Camp Nou con perspectiva panorámica / WIKIA

Imagen del Camp Nou con perspectiva panorámica / WIKIA

Culemaníacos

El Camp Nou se cae a cachos

Un desprendimiento del techo causa daños físicos a un aficionado

18 enero, 2019 03:12

El Camp Nou está hecho una ruina. Como se diría vulgarmente, se cae a cachos. La necesidad de remodelarlo cuanto antes ya no es solamente una cuestión estética, es un asunto de seguridad.

Edificado en 1957 por la constructora INGAR –encargada de hacer realidad los planos del arquitecto Francesc Mitjans, cuyo hijo Juan Pablo ha formado parte de la comisión para el Espai Barça–, el coliseo azulgrana es hoy un estadio anticuado, vetusto, que pide a gritos una transformación.

Los constantes retrasos en las obras de la comisión que encabeza el vicepresidente Jordi Moix, cuestionado experto en el sector inmobiliario, obligan a la reflexión. Este jueves se puso en riesgo a una persona.

Ocurrió durante el Barça-Levante. En la boca 334 del estadio se produjo un desprendimiento del techo que golpeó a un aficionado. No ocurrió nada grave, por fortuna, pero el hincha tuvo que ser atendido por Cruz Roja, levemente herido, según comentó Sique Rodríguez de Radio Barcelona.

Hace unos días, en la tribuna de prensa, uno de los asientos cedió al peso de un periodista y la estructura que los aguanta a pares se desancló por completo. Las butacas de esa zona están dejadas, rasgadas, muy lejos de lo que debería ser el estadio del mejor equipo del mundo.

Así se desancló la estructura que sostiene las butacas de la tribuna de prensa del Camp Nou / CULEMANÍA

Así se desancló la estructura que sostiene las butacas de la tribuna de prensa del Camp Nou / CULEMANÍA

 

Así se desancló la estructura que sostiene las butacas de la tribuna de prensa del Camp Nou / CULEMANÍA

Así se desancló la estructura que sostiene las butacas de la tribuna de prensa del Camp Nou / CULEMANÍA

Así se desancló la estructura que sostiene las butacas de la tribuna de prensa del Camp Nou / CULEMANÍA 

Aquella silla fue sustituida son premura, igual que este jueves los operarios del club se apresuraron a comprobar la zona del desprendimiento para asegurar que no había peligros. Sin embargo, la efectividad de los trabajadores del club no empaña la realidad: puede haber más sustos.

De hecho, en las redes sociales hay cientos de comentarios donde se critica el estado de alguna partes del estadio. Los lavabos y los accesos son de lo más censurado por su aspecto deteriorado. Lo mismo que ocurre con las escaleras. 

Una de las muchas butacas de prensa deterioradas en el Camp Nou / CULEMANÍA

Una de las muchas butacas de prensa deterioradas en el Camp Nou / CULEMANÍA

Una de las muchas butacas de prensa deterioradas en el Camp Nou / CULEMANÍA 

Una de las butacas nuevas en la tribuna de prensa del Camp Nou / CULEMANÍA

Una de las butacas nuevas en la tribuna de prensa del Camp Nou / CULEMANÍA

Una de las butacas nuevas en la tribuna de prensa del Camp Nou / CULEMANÍA

Se mire por donde se mire, el Camp Nou evoca vejez, se queda sin oxígeno. Salvo los palcos vip y el palco presidencial, el feudo de los culés está obsoleto. Y los plazos de la remodelación no hacen más que alargarse.

A falta de cerrar el acuerdo con un patrocinador de primer nivel que ponga el apellido al estadio culé, las obras se tuvieron que volver a retrasar recientemente. En un primer momento se pretendían terminar en 2021, en seguida se alargaron a 2022 y hace unas semanas se confirmó que la fecha definitiva está prevista para 2023.

Para cumplir los plazos será vital encontrar esa marca que ponga 300 o 250 millones de euros. El montante total estimado para un proyecto que, incluso, ha cambiado de arquitectos pese al mediático concurso que se hizo en 2016, sigue siendo de 600 millones de euros.